A la historia

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viernes, 25 de septiembre de 2015

El asedio holandés impulsó el primer estudio del Bajo Orinoco

El asedio holandés impulsó el primer estudio del Bajo Orinoco 

Hoy viernes 25 de septiembre se cumplen 236 años del primer estudio realizado del Bajo Orinoco, constantemente asediado con fines colonialistas por el Reino Unido de Holanda que ya se había adueñado de la parte de Guayana que luego vendieron a los ingleses por tres millones de liras para formar lo que hoy constituye la República Cooperativa de Guyana.

Dicho estudio del Bajo Orinoco fue realizado por el militar vasco José Felipe de Inciarte, quien había sido empleado de la Compañía Guipuzcoana y después será designado Gobernador de la provincia de Guayana.

Inciarte terminó en 1779 este estudio que en las costas del Bajo Orinoco le había encomendado el intendente de Caracas, José de Abalos, a fin de frenar las incursiones de holandeses y portugueses.

Dicho estudio transcurrió desde el 6 de agosto al 25 de septiembre de 1779 como comisionado subalterno del gobernador de la provincia de Guayana, Antonio de Pereda. Más que un estudio en profundidad, fue un reconocimiento centrado en el caño de Barima y el Esequibo, señalando la factibilidad de un posterior poblamiento de esas costas guayanesas del Bajo Orinoco.
 
Pereda gobernó hasta 1784 y durante su gestión le fue aprobado un proyecto basado en el informe de Inciarte, para poblar la parte oriental de Guayana. La población de Guayana conforme a un nuevo censo de población se situó (1780) en 19.166 habitantes discriminados así: 1.749 blancos; 1.649 indios; 620 negros y 1.018 pardos y zambos.

El 8 de diciembre de 1784 se produjo un intercambio de gobernadores, pues el rey Carlos III así lo decidió. Antonio de Pereda Luzcanótegui pasó a Cumaná y el teniente coronel Miguel Marmión, quien gobernaba la Provincia de Nueva Andalucía, fue transferido a la de Guayana.

Marmión, tan ilustrado y progresista como Centurión, levantó un informe que envió al rey el 10 de julio de 1788 en el que se refiere a la región como la llave de la comunicación entre las provincias de Cumaná, Casanare, Nueva Granada y el litoral atlántico utilizando el Orinoco como la vía más expedita; advierte el peligro de la penetración extranjera a orillas del río Esequibo y señala que ella se cumple a través de la implantación de conuqueros; plantea la necesidad de poblar las zonas limítrofes así como de proporcionar a familias españolas pobres 25 a 30 vacas, para lograr una política de asentamiento eficaz. Calcula la población en 24.395 habitantes. Su política de no permitir la fundación de más pueblos de misión, de que la administración de bienes y hatos de éstos no estuviese en manos de religiosos, y de integrar familias españolas a esas comunidades, produjo un serio enfrentamiento con las autoridades de las misiones capuchinas catalanas establecidas en la provincia.

Inciarte, ya como gobernador, vino a continuar la obra de Marmón. El recorrido y estudio hecho por el Bajo Orinoco en 1779, pesó para que lo nombrasen gobernador de la Provincia en 1797 y se mantuviera por un largo lapso de trece años (1797-1810).

De manera que a don José Felipe de Inciarte le tocó inaugurar el siglo diecinueve en Guayana. Fue anfitrión del barón Alejandro de Humboldt y Aimé Bonpland, cuando tras explorar el Orinoco y Río Negro descansaron en Angostura durante un mes.

El teniente coronel don José Felipe de Inciarte, trató de secularizar las misiones de los capuchinos y no obstante los esfuerzos hechos para poblar el Bajo Orinoco y acelerar la realización de planes en función del desarrollo económico de la región, tuvo poco éxito debido a la falta de apoyo por parte de España. De allí que su administración resultara opaca y criticada por el descontento colectivo. Ante los ojos de algunos historiadores, don José Felipe de Inciarte aparece como administrador poco eficiente. Sobregirado siempre, dejó la hacienda con una deuda cercana a los cinco millones de reales y esto, evidentemente, produjo descontento e intrigas que precipitaron su renuncia a raíz de los acontecimientos revolucionarios iniciados en Caracas el 19 de abril de 1810 y que rápidamente repercutieron en Guayana. Permaneció en Guayana hasta finales de 1810 cuando fue destinado a la gobernación de Florida.
   
 
Américo Fernandez
 
 
 
 
Fuente:
Correo del Caroní 

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