"No hace falta hacer muchas averiguaciones para fusilar a uno. Lo que hay que saber es si es necesario fusilarlo. Nada más. Debe dársele al reo la posibilidad de hacer sus descargos antes de fusilarlo. Y esto quiere decir, entiéndeme bien, que siempre debe fusilarse al reo, sin importar cuáles hayan sido sus descargos. No hay que equivocarse en esto. Nuestra misión no consiste en dar garantías procesales a nadie, sino en hacer la revolución, y debemos empezar por las garantías procesales mismas."
Che Guevara.
Ernesto Guevara (imagen tomada por Alberto Korda el 5 de marzo de 1960). | ||
Nacimiento | 14 de mayo1 o 14 de junio de 1928 Rosario, Argentina | |
Fallecimiento | 9 de octubre de 1967 (39 años). La Higuera, Bolivia | |
Nacionalidad | Argentino Cubano | |
Movimiento | Movimiento 26 de Julio | |
Área | Medicina, política, guerra de guerrillas | |
Educación | Universitaria | |
Firma | ||
Ernesto Guevara (Rosario, 14 de mayo o 14 de junio1 de 1928 - La Higuera, 9 de octubre de 1967), conocido como Che Guevara, fue un político, escritor, periodista y médico argentino-cubano,2 y entre 1953 y 1959, uno de los ideólogos y comandantes de la Revolución cubana.
Guevara participó desde la Revolución y hasta 1965 en la organización
del Estado cubano. Desempeñó varios altos cargos de su administración y
de su Gobierno, sobre todo en el área económica,
fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área
diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales.
Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, el Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de América Latina. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera clandestina y sumaria por el Ejército boliviano en colaboración con la CIA el 9 de octubre de 1967.
La figura despierta grandes pasiones en la opinión pública tanto a
favor como en contra, convertido en un símbolo de relevancia mundial;
para muchos de sus partidarios representa la lucha contra las
injusticias sociales o de rebeldía y espíritu incorruptible, mientras
que es visto por muchos de sus detractores como un criminal responsable
de asesinatos en masa, acusándolo además de una mala gestión como
Ministro de Industria.
Su retrato fotográfico, obra de Alberto Korda,
es una de las imágenes más reproducidas del mundo tanto en su original
como en variantes que reproducen el contorno de su rostro, para uso
simbólico, artístico o publicitario, es uno de los íconos del movimiento
contracultural.
Ernesto Che Guevara fue el mayor de los cinco hijos de Ernesto Guevara Lynch (1901-1987) y de Celia de la Serna (1906-1965). Ambos pertenecían a familias de la clase alta y de la aristocracia argentinas. Un tatarabuelo paterno, Patricio Julián Lynch y Roo, fue incluso considerado el hombre más rico de Sudamérica. Aunque muchas de las biografías del luego llamado Che Guevara y el relato de la propia familia, atribuyen a su madre ser descendiente de José de la Serna e Hinojosa, último virrey español de Lima,4
esta circunstancia se revela inverosímil ya que el virrey José de la
Serna murió sin dejar descendientes. Celia de la Serna descendía del
también español Juan Manuel de la Serna y de la Quintana (de origen cántabro; nacido en Ontón)5 quien se trasladó al Virreinato del Río de la Plata a finales del siglo XVIII, radicándose en la ciudad de Montevideo, donde se casó en 1802 con la americana Paula Catalina Rafaela Loaces y Arandía. La familia nuclear que integraba con sus padres y hermanos estaba socialmente ubicada en la clase media alta.
Ernesto Rafael Guevara Lynch llevó una vida económicamente desahogada
gracias a las rentas que obtenía de la herencia recibida de sus padres. Al nacer su hijo, acababa de comprar junto con parte de la herencia de su esposa, una importante plantación de yerba mate en Caraguataí, una zona rural de la provincia de Misiones, en el área de Montecarlo, a unos 200 km al norte de la capital Posadas, sobre el río Paraná. En aquellos tiempos los trabajadores de los yerbatales, conocidos como mensúes, estaban sometidos a un régimen de explotación laboral prácticamente de esclavitud, como ilustra la novela El río oscuro, de Alfredo Varela, sobre la que se realizó la película Las aguas bajan turbias, ambientada en el trabajo de los yerbatales de aquellos años.
La propiedad fue bautizada con el nombre de La Misionera y su explotación llevó a instalar luego un molino yerbatero en Rosario.
Los Guevara también obtenían ingresos del Astillero Río de la Plata que
era propiedad de varios miembros de su familia y estaba ubicado en San Fernando
hasta que resultó incendiado en 1930. Sin embargo, estos negocios no
permitieron a la familia prosperar lo suficiente por lo que resolvieron
la venta del yerbatal, en la década de 1940, para instalar una inmobiliaria y comprar una casa en Buenos Aires. En Córdoba,
Ernesto padre instaló con un socio una empresa de construcción civil
que quebró en 1947. En 1948, recibió otra importante herencia tras la
muerte de su madre, Ana Isabel Lynch Ortiz. Algunas biografías le
atribuyen incorrectamente el título de ingeniero e ideología socialista. Se volvió a casar y tuvo tres hijos. En 1987 escribió un libro con el título Mi hijo el Che.
Celia de la Serna pertenecía a una tradicional familia aristocrática de grandes estancieros bonaerenses. Su padre se suicidó cuando ella tenía dos años y su madre murió cuando tenía quince. Quedó entonces al cuidado de su hermana Carmen y una tía. Perteneció a una generación de mujeres argentinas de clase alta progresistas que promovieron el feminismo, la libertad sexual y la autonomía de las mujeres, cuya más fiel representante fue Victoria Ocampo.
Los padres del Che se casaron el 10 de diciembre de 1927, cuando Celia se encontraba embarazada de tres meses. El hecho resultaba condenable para la moral de aquellos años, pero también indica una actitud poco conservadora por parte de sus padres y sobre todo por parte de su madre a pesar de que pocos años antes había estado a punto de convertirse en monja.
En 1948 se separaron, aunque siguieron viviendo bajo el mismo techo,
otra conducta inhabitual en la clase alta argentina que conllevaba
cierto ostracismo. Después de Ernesto, tuvieron cuatro hijos más: Celia
(n. 1929), Roberto (n. 1932), Ana María (1934-1990) y Juan Martín (n.
1943).
Muchas de las biografías de Ernesto Guevara sostienen que nació por azar en la ciudad argentina de Rosario, en la provincia de Santa Fe, el 14 de junio de 1928, pero según otras fuentes, habría nacido el 14 de mayo de 1928, exactamente un mes antes.
Sus padres alternaban su residencia de la capital Buenos Aires con la de Caraguataý, en la provincia de Misiones, separadas por 1800 km de vía fluvial, donde atendían plantaciones de yerba mate
de su propiedad. Es desde este lugar desde el que, al acercarse el
momento de su parto, los padres de Ernesto decidieron volver a Buenos
Aires con el fin de que este fuera adecuadamente asistido, utilizando
para ello las líneas navieras que surcaban el río Paraná. Sin embargo el alumbramiento se adelantó y debieron descender en el puerto de Rosario, y en el Hospital Centenario de esa ciudad nació Ernesto.
El niño fue inscrito al día siguiente con el nombre de Ernesto
Guevara y después de que la madre recibiera el alta, se instalaron por
unos días en un apartamento ubicado en el quinto piso de un edificio de
departamentos en el número 480 de la calle Entre Ríos, esquina con calle
Urquiza, hasta que ambos estuvieron en condiciones de retomar el viaje
hacia Buenos Aires.
En contra de esta versión general, el biógrafo Jon Lee Anderson
ofrece una explicación de la presencia la madre en Misiones estando
embarazada y la urgencia del descenso en Rosario, al señalar que la
fecha indicada en el acta de nacimiento oficial es falsa y que Ernesto
Guevara nació el 14 de mayo de 1928,
exactamente un mes antes. La razón habría sido la intención de los
padres de ocultar el estado de embarazo de la madre al momento de
casarse, circunstancia que luego fue reconocida por el padre. Según esta
explicación, los Guevara se alejaron de Buenos Aires durante el
embarazo y luego intencionalmente se dirigieron a Rosario, donde un
médico amigo aceptó alterar el certificado de nacimiento.
La versión de Anderson es apoyada por la también biógrafa de Guevara, Julia Constenla,
a quien Celia de la Serna le confirmó personalmente la verdadera fecha
de nacimiento de su hijo y las circunstancias de su embarazo
prematrimonial.16
Ernesto Guevara fue presentado en ocasiones durante su vida como
«sietemesino», término que en la época era asimilado a «fruto de una
relación prematrimonial».
Primeros años: entre Caraguataí y Buenos Aires
Los primeros años de Ernesto transcurrieron entre las casas que sus padres tenían en Buenos Aires y Caraguataí, yendo y viniendo en los vapores
del río Paraná, según las necesidades de la producción yerbatera y el
clima. Desde un primer momento Ernesto recibió de sus padres el
sobrenombre de Ernestito, para diferenciarlo del padre, y luego de Teté, con los que le llamarían indistintamente su familia y amigos de la infancia.
En Buenos Aires se instalaron en las zonas típicas de la clase alta: primero en el barrio de Palermo (Santa Fe y Guise), luego en el partido de San Isidro (calle Alem) y finalmente en el barrio de la Recoleta (Sánchez de Bustamante 2286). Viviendo en San Isidro, a los dos años de edad tuvo el primer ataque de asma,
enfermedad que padecería toda su vida y que llevaría a la familia a
trasladarse a Córdoba. El padre siempre culpabilizaría a la madre por el
asma de Ernesto, atribuyéndolo a una bronquitis agravada por la falta de atención de esta última una fría mañana mientras nadaba en el aristocrático Club Náutico San Isidro.
En Caraguataí, los padres de Ernesto contrataron a una niñera para su hijo: Carmen Arias, una gallega que viviría con la familia hasta 1937 y que fue quien le puso el sobrenombre de Teté. Del yerbatal de sus padres y de su estancia en Misiones adquiriría el gusto por el mate, del que fue un apasionado toda su vida.
Debido a la seriedad y persistencia del asma
que afectaba a Ernesto, la familia procuró buscar un lugar con un clima
más apto. Siguiendo las recomendaciones de los médicos, decidieron
mudarse a la provincia de Córdoba,
un destino clásico de aquella época para las personas con afecciones
respiratorias debido a sus condiciones climáticas y mayor altitud.
Después de pasar un tiempo en la misma ciudad de Córdoba, capital de la
provincia, los Guevara Lynch se instalaron en Alta Gracia.
Ernesto Guevara vivió 17 años en Córdoba, desde 1930 hasta principios de 1947, abarcando gran parte de su infancia y toda la adolescencia. Él mismo se consideraba cordobés y hablaba con el característico cantito de los cordobeses, aunque luego en Cuba adoptaría un acento marcadamente cubano. En Alta Gracia cursó la escuela primaria y en la ciudad de Córdoba
la secundaria. También allí tuvo sus primeras experiencias sexuales y
formó su grupo de amigos, con los que más adelante compartiría sus
primeras preocupaciones sociales y sus viajes por América Latina. Poco antes de volver a Buenos Aires, vivió también unos meses en Villa María.
La familia tuvo varios domicilios en Alta Gracia, pero el principal
de ellos fue Villa Nydia, en la zona de Villa Carlos Pellegrini, donde
actualmente se ubica el Museo Ernesto "Che" Guevara.
Ernesto cursó sus estudios primarios en las escuelas públicas San Martín y Santiago de Liniers entre 1937 y 1941. Sus estudios secundarios los realizó entre 1942 y 1946, primero en el Colegio Nacional de Monserrat
(cuatro años), terminando el ciclo en el Colegio Nacional Deán Funes,
ubicados en la ciudad de Córdoba, donde la familia terminó mudándose en 1943.
El asma
determinó en gran medida las características de la infancia de Ernesto
Guevara. Los ataques eran constantes y de una severidad tal que lo
llevaban incluso a quedar postrado días enteros. Limitó sus
posibilidades de ir a la escuela, a la que recién ingresó en 1937
cuando tenía ocho años comenzando en segundo grado (saltando primero
inferior y superior). Restringió sus posibilidades de hacer deporte,
actividad que le apasionaba y que igualmente practicó aunque muchas
veces sus amigos debían cargarlo para volver a su casa. Para combatir el
asma estaba sujeto a constantes dietas y tratamientos médicos. Por otro lado su enfermedad lo hizo un extraordinario lector, un gran aficionado al ajedrez y generó en él un fuerte espíritu de disciplina y autocontrol.
Alta Gracia era una pequeña villa veraniega de la clase alta cordobesa ubicada en las primeras sierras a 39 km al suroeste de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre. Las sierras de Córdoba,
por su clima seco y su altura, han sido tradicionalmente uno de los
principales destinos turísticos del país, y el lugar por excelencia que
buscaban las personas con afecciones respiratorias.
En su primera adolescencia Ernesto tuvo preferencia por libros de aventuras, como las luchas de Sandokán, de Emilio Salgari y, sobre todo, los viajes extraordinarios de Julio Verne, entre ellos Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, Veinte mil leguas de viaje submarino.
Años después, estando ya en Cuba pediría que le enviaran sus tres tomos
encuadernados en cuero de las obras completas de Verne.
Más adelante desarrolló el gusto por la poesía y la filosofía. Entre sus poetas preferidos se destacaron Baudelaire, en especial su descarnada y polémica obra Las flores del mal, Pablo Neruda, en particular sus poemas de amor y León de Greiff. Fue un apasionado de la filosofía existencialista, lo que lo llevó a preferir las obras de Sartre, Kafka y Camus, y de las teorías psicológicas de Freud.
Ernesto Guevara se destacó durante toda su infancia y adolescencia
por su rebeldía. Sumamente travieso, con duras discusiones con sus
padres y maestros, desaliñado al punto de ser llamado el Chancho Guevara
(sobrenombre que adoptó gustosamente), ejecutando pruebas de gran
riesgo personal, de muy mal carácter, muchas veces llegando a los golpes
en las discusiones, realizando comentarios provocativos y escandalosos,
buscando habitualmente defender la posición contraria de sus
interlocutores.
En aquellos años, Córdoba y Alta Gracia en particular recibieron una notable cantidad de refugiados republicanos de la Guerra Civil Española, y también alemanes vinculados a los nazis. El músico Manuel de Falla
se había instalado en Alta Gracia y algunos de los mejores amigos de
Ernesto, los hermanos González Aguilar, eran hijos de un alto jefe
militar español republicano, también refugiado allí. Por otra parte
algunas localidades cordobesas como La Falda, La Cumbrecita y Villa General Belgrano eran centros de refugiados alemanes con evidentes simpatías nazis. El padre de Ernesto llegó a organizar durante la Segunda Guerra Mundial un pequeño grupo para espiar las actividades nazis en Córdoba, en el que también participó Ernestito.
En 1942, Ernesto Guevara inició sus estudios secundarios en el
Colegio Deán Funes, ubicado en la esquina de Perú e Independencia, del
barrio Pueyrredón (en la ciudad de Córdoba). Córdoba, que por entonces
contaba con unos 350 000 habitantes, comenzaba a sufrir transformaciones
decisivas debido un notable proceso de industrialización por el que fue llamada la Detroit argentina.24
Cursó sus estudios secundarios (entre 1942 y 1946) en un momento de
grandes cambios y transformaciones políticas en la Argentina. Entre 1943
y 1946 habría de surgir el peronismo que contó con un apoyo masivo de la clase obrera e inversamente un rechazo masivo de las clases media y alta.
Los estudiantes fueron uno de los grupos que más activamente se
movilizaron contra el peronismo naciente, bajo el lema de «no a la
dictadura de las alpargatas».
Una vez en la escuela secundaria e instalado en Córdoba, la vida de
Ernesto se hizo más pública. Contra lo que suelen decir algunas
biografías, Ernesto Guevara no tuvo ninguna militancia política ni
social en Córdoba (ni luego en Buenos Aires). Él mismo lo dijo:
«No tuve preocupaciones sociales en mi adolescencia, ni participé en las luchas políticas o estudiantiles de Argentina».
Los padres de Ernesto y toda su familia, por supuesto, eran abiertamente antiperonistas,
como lo era la gran mayoría de la clase media y la clase alta. Ernesto
en cambio, nunca parece haber sostenido posiciones antiperonistas. Por
el contrario, se sabe que la familia le atribuía sentimientos favorables
al peronismo, que les recomendaba a las empleadas domésticas de su casa y de las casas de sus amigos que votaran al peronismo, y que sentía respeto por Perón a quien llamaba «el capo». Años después, ya en plena Revolución cubana,
utilizó una de las palabras favoritas de Eva Perón, «descamisados»,
para bautizar al grupo de novatos bajo su mando en la guerrilla, y poco antes, al enterarse del golpe militar que derrocó a Perón escribió en una carta a su madre:
Te confieso con toda sinceridad que la caída de Perón me amargó profundamente, no por él, por lo que significaba para toda América, pues mal que te pese y a pesar de la claudicación forzosa de los últimos tiempos, Argentina era el paladín de todos los que pensamos que el enemigo está en el norte.
Con respecto al Partido Comunista Argentino, Ernesto rechazó explícita y abiertamente su posición, en tanto «criticaba con dureza su sectarismo».32 Si alguna ideología clara comenzaba a asomar en Ernesto Guevara, en los últimos años de su adolescencia, fue su posición antimperialista y en particular su posición acérrimamente contraria al imperialismo estadounidense,33
una ideología con profundas raíces en la cultura política-social
argentina. En este sentido, escandalizó a sus familiares y conocidos,
cuando se opuso a que la Argentina le declarara la guerra a la Alemania
nazi en 1945, sosteniendo que se realizaba por presión de Estados Unidos
y que debía mantenerse neutral.
Simultáneamente en 1945,
con 17 años, Ernesto demostró un gran interés por la filosofía y
comenzó a escribir su propio diccionario filosófico, mientras descubría
la literatura social latinoamericana, con exponentes como Jorge Icaza y Miguel Ángel Asturias.
Un hecho importante se produjo cuando en noviembre de 1943 su mejor amigo, Alberto Granado
y otros estudiantes, fueron detenidos por la policía durante una
manifestación estudiantil contra el gobierno. Ernesto y Tomás Granado
iban a la cárcel a visitar a Alberto a diario. Contra todo lo esperado,
cuando se organizó una gran marcha para reclamar la libertad de Alberto y
los demás presos políticos, Ernesto no solo se negó a participar, sino
que sostuvo que «la marcha era un gesto inútil y que solo conseguirían
que los “caguen a palos”, y que él solo iría si le daban un revólver».
A fines de 1946
Ernesto terminó sus estudios secundarios. Ese mismo año obtuvo su
primer empleo, junto a Alberto Granado, en el laboratorio de la
Dirección de Vialidad de la Provincia de Córdoba. Poco después de
recibirse fue enviado a la localidad de Villa María (provincia de Córdoba), 100 km al sur, a participar durante los siguientes meses en la construcción de un camino.
En 1947 la familia Guevara-De la Serna sufrió un colapso. La empresa
constructora de su padre quebró, y los Guevara decidieron separarse y
mudarse a Buenos Aires. En mayo de ese año su abuela enfermó de muerte,
lo que llevó a Ernesto a renunciar a su empleo y trasladarse a la
capital argentina, donde permanecería luego del deceso de la anciana.
Poco antes de partir, en Villa María, escribió el poema que se
transcribe en el recuadro de la derecha, en el que apela a su fuerza de
voluntad para vencer al destino.
Ernesto Guevara permaneció en Buenos Aires desde enero de 1947 hasta
el 7 de julio de 1952, cuando partiría en su primer viaje por América Latina.
El primer año la familia vivió en la casa de su abuela materna,
recientemente fallecida, ubicada en Arenales y Uriburu, en el exclusivo
barrio de Recoleta, o Barrio Norte, a dos cuadras de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires,
en la que empezaría a estudiar en 1948 para graduarse de médico el 11
de abril de 1953. Al año siguiente su padre vendió el yerbatal, compró
una casa en Aráoz 2180, en el barrio de Palermo y abrió una inmobiliaria en la esquina de Paraguay y Aráoz.
En este período Ernesto se dedicó a su carrera y comenzó a trabajar como asistente en una clínica especializada en alergias
que se dedicaba a la investigación del asma, dirigida por el Dr.
Salvador Pisani. En la facultad de Medicina conoció a Berta Gilda Tita Infante, una cordobesa militante universitaria comunista con la que mantendría una fuerte amistad por el resto de su vida.
En Buenos Aires Guevara se dedicó a jugar al rugby, deporte característico de la clase alta porteña, primero en el importante San Isidro Club
y luego, debido a sus limitaciones con el asma, en el pequeño y
desaparecido Yporá Rugby Club (1948) y en el Atalaya Polo Club (1949).
Editó entonces la primera revista dedicada al rugby de la Argentina, con el nombre Tackle, y en la que también escribía crónicas bajo el seudónimo «Chang Cho», en alusión a su propio sobrenombre «Chancho».
También continuó con sus intensas actividades de lectura y la
escritura de sus cuadernos filosóficos. En estos años demostró una
creciente dedicación a la filosofía social. En su tercer cuaderno revela
un gran interés en el pensamiento de Carlos Marx. También prestó gran atención a las ideas de Nehru sobre el proceso de descolonización e industrialización en la India, anotando y recomendando calurosamente su libro El descubrimiento de la India.
En 1950 se enamoró de María del Carmen Chichina Ferreyra, una
joven de 16 años perteneciente a una de las familias más ricas y
aristocráticas de Córdoba. La relación duró más de dos años, a pesar de
la oposición frontal de la familia, que lo veía como un «hippie
enfermizo» por su aspecto, sus ideas radicales y provocadoras, y su
deseo de casarse y pasar la luna de miel en un viaje en casa rodante por
América Latina. Años después Chichina diría de Ernesto:
Me fascinó su físico obstinado y su carácter antisolemne; su desparpajo en la vestimenta nos daba risa y, al mismo tiempo, un poco de vergüenza. [...] Éramos tan sofisticados que Ernesto nos parecía un oprobio. Él aceptaba nuestras bromas sin inmutarse.
Estando en Buenos Aires Ernesto Guevara comenzó a viajar precariamente, a dedo,
bicicleta o en moto, con poco dinero, cada vez más lejos. Los viajes de
Guevara significarían una experiencia social y humana, que lo pondría
en contacto con los trabajadores y las personas humildes de la Argentina
y América Latina, y finalmente lo llevarían a integrar el grupo
guerrillero que realizaría la Revolución cubana.
Una vez instalado en Buenos Aires, Ernesto comenzó a viajar sin recursos, generalmente a Córdoba con su amigo Carlos Figueroa.
Viaje al noroeste argentino (1951)
El 1 de enero de 1950 realizó su primer viaje solo, en una bicicleta con motor marca Cucchiolo, visitando a su amigo Alberto Granado en San Francisco (Córdoba), a sus amigos de la infancia en Córdoba Capital, continuando luego hacia el noroeste para conocer las provincias más pobres y atrasadas del país, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, y volver por San Juan, Mendoza, San Luis. En total recorrió 4.500 kilómetros.
En su cuaderno de viaje Guevara incluyó la siguiente reflexión:
Por lo menos no me nutro con las mismas formas que los turistas y me extraña ver en los mapas de propaganda de Jujuy, por ejemplo: el Altar de la Patria, la catedral donde se bendijo la enseña patria, la joya del púlpito y la milagrosa virgencita de Río Blanco y Pompeya. [...] No, no se conoce así un pueblo, una forma y una interpretación de la vida, aquello es la lujosa cubierta, pero su alma está reflejada en los enfermos de los hospitales, los asilados en la comisaría o el peatón ansioso con quien se intima, mientras el Río Grande muestra su crecido cauce turbulento por debajo.
Al volver a Buenos Aires la empresa fabricante del motor le ofreció
realizar un aviso publicitario, que incluía la foto de Ernesto Guevara
en su bicicleta y una carta suya donde decía:
Ha funcionado a la perfección durante mi largo viaje y solo observé que hacia el final perdía compresión, razón por la cual la envío a usted para reparación.
El aviso fue publicado en la difundida revista deportiva El Gráfico en la página 49 de la edición del 19 de mayo de 1950.
En 1951 Guevara fue contratado como paramédico de a bordo en la flota de la empresa petrolera estatal argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). El 9 de febrero se embarcó por primera vez. En estos viajes recorrió la costa atlántica de Sudamérica, desde el puerto patagónico de Comodoro Rivadavia hasta la entonces colonia británica de Trinidad y Tobago, pasando por Curaçao, Guyana Británica, Venezuela, y varios puertos de Brasil.
En 1952, Ernesto Guevara realizó con Alberto Granado el primero de sus dos viajes internacionales por América. Salieron el 4 de enero de 1952, desde San Francisco, Córdoba en la moto de Granado, llamada la Poderosa II. El viaje duró siete meses y después de pasar por Buenos Aires, Miramar y Bariloche, entraron a Chile por el lago Todos los Santos. En Chile pasaron por Osorno, Valdivia, Temuco y Santiago donde abandonaron la moto, averiada definitivamente. Se dirigieron al puerto de Valparaíso desde donde viajaron como polizones en un buque carguero hasta Antofagasta. Desde allí por tierra, principalmente en camiones, visitaron la gigantesca mina de cobre de Chuquicamata para dirigirse luego a la frontera con Perú, subiendo la cordillera por la provincia de Tarata, en la región de Tacna, hasta al lago Titicaca. En abril llegaron al Cusco, la antigua capital del Imperio Inca. Visitaron las ciudades incaicas del Valle Sagrado de los Incas y Machu Pichu y luego partieron hacia Abancay, capital de la Región Apurímac, donde visitaron el leprosario de Huambo, cerca de la ciudad de Andahuaylas.
El 1 de mayo de 1952 arribaron a Lima donde establecieron una estrecha relación con el médico Hugo Pesce, conocido especialista en lepra, discípulo de José Carlos Mariátegui y dirigente del Partido Comunista Peruano,
que influiría decisivamente en las decisiones de vida que adoptaría
Guevara. El doctor Pesce los conduce al Hospital Portada de Guía, un
leprosorio ubicado en la periferia de Lima. En este lugar atienden a los pacientes del mal de Hansen y habitan por unos meses. De allí se dirigieron a Pucallpa donde embarcaron hacia Iquitos y se instalaron para colaborar con el leprosario de San Pablo a las orillas del río Amazonas,
donde médicos y pacientes les regalaron una balsa llamada Mambo-Tango
para continuar su viaje navegando el río aguas abajo. En balsa llegaron
hasta la población fronteriza colombiana de Leticia, donde desempeñaron como entrenadores del equipo de fútbol del pueblo. Volaron en hidroavión a Bogotá y allí se alojaron en las instalaciones de la ciudad universitaria de la Universidad Nacional de Colombia y su hospital, el San Juan de Dios. En ese momento, Colombia atravesaba la época de La Violencia, donde fueron arrestados pero prontamente liberados. En bus se dirigieron a Caracas, capital de Venezuela,
donde Granado obtuvo empleo en un leprosario por recomendación de
Pesce. Ernesto, por su parte, debía terminar sus estudios, por lo que
decidió volver, utilizando un avión de carga de un familiar que hacía
escala previa en Miami, donde trabajó de empleado doméstico de una azafata y lavaplatos en un restaurante. El 31 de julio de 1952 volvió a Buenos Aires.
Tanto Guevara como Granado realizaron diarios de viaje, mundialmente conocidos como Diarios de motocicleta, en los cuales se basó la película de Walter Salles
de 2004, que relata este periplo. Para ambos el viaje significó un
contacto directo con los sectores sociales más relegados y explotados de
América Latina.
Para Ernesto Guevara resultó importante para comenzar a definir sus
ideas y sentimientos sobre las graves desigualdades sociales
latinoamericanas, el papel de los Estados Unidos y cuales podrían ser las soluciones. La influencia del médico Hugo Pesce sobre Ernesto fue muy grande, tanto por su visión mariateguista del marxismo, que replanteaba el papel de los indígenas y campesinos
en los cambios sociales en América Latina, como por el ejemplo personal
de vida como médico dedicado a los problemas de salud de los pobres y
marginados. Al publicar su primer libro, La guerra de guerrillas,
el Che Guevara le envió un ejemplar dedicado a Pesce diciéndole que
reconocía haberle provocado «un gran cambio en mi actitud frente a la
vida».
Una muestra de esas primeras ideas las expuso el 14 de junio de 1952,
cuando cumplía 24 años, y el personal del leprosario de San Pablo le
ofreció una fiesta. Guevara anotó sus impresiones de ese día bajo el
título de «El día de San Guevara», y cuenta haber dicho las siguientes
palabras a sus anfitriones:
Creemos, y después de este viaje más firmemente que antes, que la división de América en nacionalidades inciertas e ilusorias es completamente ficticia. Constituimos una sola raza mestiza, que desde México hasta el estrecho de Magallanes presenta notables similitudes etnográficas. Por eso, tratando de quitarme toda carga de provincialismo exiguo, brindo por Perú y por América Unida.
Al regresar a Buenos Aires, Guevara revisó su diario y redactó unas Notas de viaje donde, entre otras cosas dice:
El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina. El que las ordena y pule, «yo», no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Este vagar sin rumbo por nuestra «Mayúscula América» me ha cambiado más de lo que creí.
Finalizó sus estudios de medicina en la UBA
(Universidad Nacional de Buenos Aires). En seis meses aprobó las 14
asignaturas que le faltaban, y el 11 de abril de 1953 recibió el título
de médico, registrado bajo el legajo 1058, registro 1116, folio 153 de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires.
En 1953 Ernesto Guevara inició con su amigo de la infancia Carlos Calica Ferrer el segundo de sus dos viajes internacionales por América. El objetivo era ir a Caracas donde los esperaba Alberto Granado.
Salieron el 7 de julio de 1953, desde Buenos Aires en tren hacia Bolivia. Permanecieron varias semanas en La Paz en pleno proceso de la revolución iniciada en 1952 por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Allí conocieron a Ricardo Rojo, que luego integraría un grupo de viajeros argentinos que se iría ampliando. Ernesto y Calica siguieron camino a Puno, Cuzco y Machu Pichu, para luego dirigirse a Lima, donde volvió a ver al Dr. Pesce. De Lima viajaron a Guayaquil, Ecuador, en autobús. Allí integraron un grupo de argentinos compuesto por ellos dos, Ricardo Rojo, Eduardo Gualo García, Oscar Valdo Valdovinos y Andro Petiso Herrero, que convivieron comunitariamente en la misma pensión.
En Guayaquil, Ernesto decidió ir hacia Guatemala para ver la revolución que estaba liderando allí el coronel Jacobo Arbenz. Calica entonces se separó de Ernesto para dirigirse a Caracas, donde Alberto Granado lo esperaba, quedándose a vivir allí por diez años. Tras complicadas gestiones Ernesto se embarcó con Gualo García hasta Panamá, donde permaneció unos meses, en condiciones económicas críticas. De allí cruzaron a Costa Rica, luego a Nicaragua haciendo dedo.
Allí se encontraron con Rojo y los hermanos Walter y Domingo Beveraggi
Allende, continuando con este último en auto hacia Guatemala, pasando
por Honduras y El Salvador. El 24 de diciembre de 1953 llegó sin dinero a Guatemala, donde se instalaría.
Ernesto Guevara estuvo poco más de nueve meses en Guatemala. Su vida
allí fue difícil, contradictoria y compleja, con respecto tanto a su
vida personal como a sus ideas y la definición del papel que deseaba
representar.
En 1954
Guatemala estaba en una situación política crítica. Diez años antes un
movimiento estudiantil encuadrado en el amplio movimiento de la Reforma Universitaria latinoamericana, había derrocado al dictador Jorge Ubico Castañeda e impuesto un sistema democrático por primera vez en la historia guatemalteca, resultando electo presidente Juan José Arévalo. Arévalo, un educador formado en la Argentina
que se adhería a una ideología que él denominaba «socialismo
espiritual», inició una serie de reformas políticas y sociales. Su
sucesor (elegido en 1951), el coronel Jacobo Arbenz, profundizó tales medidas y en 1952 inició un importante proceso de reforma agraria, que afectó seriamente los intereses de la empresa estadounidense United Fruit, que tenía sólidos lazos con la administración del presidente Eisenhower. Sosteniendo que se trataba de un gobierno comunista, Estados Unidos comenzó a operar entonces para desestabilizar Guatemala y derrocar al gobierno de Arbenz. El golpe de Estado se inició el 18 de junio de 1954, con el bombardeo de la ciudad por aviones militares y la invasión desde Honduras de un ejército golpista al mando de Carlos Castillo Armas y el apoyo desembozado de la CIA. La lucha duró hasta el 3 de julio cuando Castillo Armas tomó la capital y dio inicio a un largo período de dictaduras militares.
Guevara llegó seis meses antes del golpe. Durante ese tiempo intentó
reiteradamente trabajar como médico del Estado pero las diversas
gestiones nunca se concretaron y sus problemas económicos fueron muy
serios.
En aquellos días Guatemala era un hervidero de grupos de exiliados y
militantes progresistas e izquierdistas, fundamentalmente
latinoamericanos. Al poco de llegar conocería a Hilda Gadea, una exiliada peruana dirigente del APRA
que colaboraba con el gobierno de Arbenz y que más adelante se
convertiría en su primera esposa. Mientras tanto, conocería a la familia
del exiliado nicaragüense Edelberto Torres, donde a su vez conoció a un grupo de exiliados cubanos participantes en la toma del Cuartel Moncada, entre los que se encontraba Antonio Ñico López.
Ñico López y Ernesto establecieron una sólida amistad. Fue precisamente Ñico quien le puso el mote de «Che», a raíz del uso permanente que Ernesto hacía de esa palabra típica del dialecto rioplatense, utilizada para convocar al otro.
Las ideas de Guevara habían evolucionado, volviéndose mucho más comprometidas políticamente, con una clara simpatía por el comunismo. Pese a ello se mantendría apartado de cualquier organización política y cuando poco después, el Partido Guatemalteco de los Trabajadores
(PGT), de tendencia comunista, le comunicara que debía afiliarse al
partido para poder trabajar de médico en el Estado, rechazó indignado la
petición.48
Su incipiente pensamiento político se manifestó abiertamente por
primera vez en una carta enviada a su tía Beatriz el 10 de diciembre de
1953, poco antes de llegar a Guatemala donde dice, entre otras cosas:
En el paso tuve la oportunidad de pasar por los dominios de la United Fruit, convenciéndome una vez más de lo terrible que son estos pulpos. He jurado ante una estampa del viejo y llorado camarada Stalin no descansar hasta ver aniquilados estos pulpos capitalistas. En Guatemala me perfeccionaré y lograré lo que me falta para ser un revolucionario auténtico. [...] Tu sobrino, el de la salud de hierro, el estómago vacío y la luciente fe en el porvenir socialista. Chau. Chancho.
En Guatemala comenzó a diseñar un libro titulado La función del médico en América Latina
en el que consideraba que la «medicina social preventiva» y el médico
constituían un eje central para una transformación revolucionaria
orientada a establecer una sociedad socialista.
A fines de mayo de 1954, Guevara salió de Guatemala hacia El Salvador para renovar el visado, aprovechando para visitar San Salvador y las ruinas mayas de Chalchuapa y Quiriguá, estas últimas nuevamente en Guatemala.
Al regresar a Guatemala la situación del gobierno era desesperada y el ataque inminente. El 16 de junio
aviones de mercenarios militares comenzaron a bombardear la ciudad de
Guatemala y dos días después un ejército al mando de Castillo Armas
ingresó al país desde Honduras. Ernesto se inscribió en las brigadas de sanidad y en las brigadas juveniles comunistas que patrullaban las calles por la noche. Su brigada llevaba el nombre de Augusto César Sandino
y estaba liderada por el voluntario nicaragüense Rodolfo Romero, al que
varios años después el Che recurriría para organizar la guerrilla en Nicaragua. Las milicias comunistas reclamaron infructuosamente al gobierno la entrega de armas.
El 27 de junio de 1954
los jefes del Ejército de Guatemala decidieron desconocer la autoridad
de Arbenz y exigir su renuncia. Seis días después Castillo Armas entraba
a la capital para establecer una dictadura y derogar las medidas sociales adoptadas por el gobierno democrático.
De la caída del gobierno de Arbenz el Che Guevara sacaría
conclusiones fundamentales que luego incidirían directamente en sus
actos durante la Revolución cubana.
En particular Guevara concluyó que era indispensable depurar al
ejército de potenciales golpistas, pues en los momentos cruciales estos
desconocían la cadena de mando y se volvían contra el gobierno. Pocos
días después en una carta a su madre concluía:
La traición sigue siendo patriotismo del ejército, y una vez más se prueba el aforismo que indica la liquidación del ejército como el verdadero principio de la democracia.
También le escribiría a su amiga Tita Infante:
Hilda fue detenida y Ernesto se refugió en la embajada argentina donde fue incluido entre los refugiados comunistas.52 A fines de agosto llegó el salvoconducto para él, yendo de inmediato a buscar a Hilda, quien había sido liberada poco antes. Sin embargo la relación entre ambos parecía terminada y a mediados de septiembre Ernesto se fue solo a México.Los periódicos de Las Américas publicaban mentiras. Ante todo, no hubo asesinato ni nada que se le parezca. Debería haber habido unos cuantos fusilamientos al comienzo pero es otra cosa. Si se hubieran producido esos fusilamientos, el gobierno hubiera conservado la posibilidad de devolver el golpe.
El Che Guevara permanecería algo más de dos años en México. Allí definió sus ideas políticas, se casó, tuvo a su primera hija e ingresó al Movimiento 26 de Julio dirigido por Fidel Castro con el fin de formar un grupo guerrillero en Cuba para derrocar al dictador Batista e iniciar una revolución social.
En 1954
México era una suerte de santuario para los perseguidos políticos de
todo el mundo. Por otra parte México había desarrollado una sólida
cultura popular con identidad latinoamericana derivada de la Revolución mexicana de 1910, la primera revolución social triunfante de la historia, representada en los famosos murales de Rivera, Siqueiros y Orozco; en la reformista UNAM, en un cine de lenguaje propio con estrellas como Cantinflas y María Félix, así como en manifestaciones musicales propias de su identidad como el bolero y la ranchera.
En México, Guevara trabajó un tiempo de fotógrafo para la argentina Agencia Latina que cerró poco después y luego para el Hospital General y el Hospital Infantil por un pequeño salario como alergista e investigador.
Antes de que terminara 1954 Hilda Gadea
se radicó también en México, reiniciando el tipo de relación compleja
que habían mantenido en Guatemala, en las que se combinaban las
relaciones sexuales con la actitud maternal de ella, así como un fuerte
entendimiento cultural. Pocos días después se encontró por casualidad en
la calle con Ñico López, quien lo invitaría a asistir a las reuniones del grupo de cubanos moncadistas que se reunían coordinados por María Antonia González en un departamento céntrico ubicado en Emparán 49.
Por aquel entonces Fidel Castro cumplía una condena de diez años de prisión en Cuba por haber dirigido el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. El hecho lo había convertido en una figura nacional. En mayo de 1955 el dictador Fulgencio Batista sancionó una ley de amnistía, dejando en libertad a Fidel Castro, su hermano Raúl y otros dieciocho moncadistas. Poco después, el 12 de junio crearon el Movimiento 26 de Julio,
una organización cuyo fin era derrocar a Batista y que tenía una
ideología antimperialista-democrática fundada en las ideas de José Martí y mayoritariamente anticomunista.
Por aquel entonces, a poco de iniciada la Guerra Fría y como herencia del macartismo
se generalizó en América Latina la acusación de «comunismo» como
táctica para desprestigiar y reprimir los movimientos democráticos y
sociales. Juan José Arévalo alertaría sobre este mecanismo en su libro AntiKomunismo en América Latina (1959).
En junio de 1955, Raúl Castro
se estableció en México con el fin de preparar la llegada de su
hermano, desde donde este organizaría un grupo guerrillero para volver a
Cuba. En cuanto llegó, conoció a Ernesto Guevara; ambos congeniaron
desde el primer momento. Raúl Castro, a diferencia de Fidel, había
pertenecido al Partido Comunista, llamado en Cuba Partido Socialista Popular (PSP) y era mucho más radical en sus actitudes y posiciones.
El 7 de julio
Fidel Castro llegó a México. Dos semanas después le ofreció al Che
unirse al Movimiento 26 de Julio como médico y este aceptó
inmediatamente. Casi simultáneamente Hilda Gadea le comunicó que estaba
embarazada y el 18 de agosto
se casaron, aunque era obvio que para Guevara se trataba de una
decisión obligada por las circunstancias. Ambos se mudaron entonces a un
apartamento en la calle Nápoles n.º 40, en Colonia Juárez. Como luna de miel en noviembre visitaron las ruinas mayas de Chiapas y la península de Yucatán: Palenque, Chichén-Itzá y Uxmal.
En febrero de 1956 un grupo de unas veinte personas iniciaron el entrenamiento en guerra de guerrillas bajo el mando del coronel español Alberto Bayo Giroud. El 15 de febrero nació su hija Hilda Beatriz Guevara.
Poco después escribió las últimas líneas del diario que había iniciado
en Buenos Aires al partir para su segundo viaje latinoamericano:
Ha pasado mucho tiempo y muchos acontecimientos nuevos se han declarado. Solo expondré los más importantes: desde el 15 de febrero de 1956 soy padre; Hilda Beatriz Guevara es la primogénita. [...] Mis proyectos para el futuro son nebulosos pero espero terminar un par de trabajos de investigación. Este año puede ser importante para mi futuro. Ya me fui de los hospitales. Escribiré con más detalle.55
Canto a Fidel por Ernesto Guevara (1956) |
Vámonos ardiente profeta de la aurora por recónditos senderos inalámbricos a liberar el verde caimán que tanto amas. Cuando suene el primer disparo y se despierte en virginal asombro la manigua entera allí, a tu lado, seremos combatientes, nos tendrás. Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos reforma agraria, justicia, pan, libertad, allí, a tu lado, con idéntico acento, nos tendrás. Y cuando llegue el final de la jornada la sanitaria operación contra el tirano, allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla, nos tendrás... Y si en nuestro camino se interpone el hierro, pedimos un sudario de cubanas lágrimas para que se cubran los guerrilleros huesos en el tránsito de la historia americana. Nada más. |
Los entrenamientos se realizaron en un rancho del municipio de Chalco,
en el estado de México, donde estaban recibiendo un curso de comando y
entrenamiento en guerra de guerrilla impartido por el coronel Alberto Bayo Giroud. El Che ocultó su asma, se destacó en el entrenamiento militar y se convirtió en uno de los líderes del grupo.
Entre el 20 y el 24 de junio de 1956
Fidel Castro, su hermano Raúl, el Che Guevara y la mayor parte del
grupo del Movimiento 26 de Julio en México fueron arrestados por la
policía mexicana. En esa oportunidad la conducta de Ernesto fue extraña,
pues en las tres veces que lo interrogaron confesó abiertamente que era
comunista, que se estaban preparando para realizar una revolución en Cuba
y que era partidario de la lucha armada revolucionaria en toda América
Latina.
Fidel Castro con posterioridad pondría esa conducta del Che como
un ejemplo de su «honestidad a carta cabal». Obtener la libertad del grupo fue sumamente difícil, especialmente la
de Ernesto Guevara, que permaneció detenido cuando Fidel Castro fue
liberado el 24 de julio,
debido a que tenía sus papeles migratorios vencidos y se había
confesado comunista. Con el fin de obtener la libertad del Che, Castro
demoró la salida hacia Cuba y realizó gestiones entre las autoridades
mexicanas que han permanecido ocultas. Fue en ese momento cuando Ernesto
escribió un poema titulado Canto a Fidel que se reproduce aquí y que pone en evidencia hasta qué punto había sido influenciado por el líder cubano.
El 25 de noviembre de 1956, desde el Puerto de Tuxpan, 82 hombres, entre ellos Ernesto Guevara, partieron hacia Cuba en un yate llamado Granma.
La Revolución cubana
El 10 de marzo de 1952 un golpe de Estado dirigido por el general Fulgencio Batista había derrocado al presidente democrático Carlos Prío Socarrás, del Partido Auténtico, en un marco internacional que transitaba los primeros momentos de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Batista instaló una sangrienta dictadura con el argumento de combatir al comunismo. Sin embargo el escandaloso nivel de corrupción y violación de derechos humanos llevó a la conformación de una oposición generalizada partidaria de la insurrección para desalojar del poder a Batista, del que participaron los partidos políticos de oposición, los sindicatos, el movimiento estudiantil, e incluso sectores del empresariado, los terratenientes, las fuerzas armadas y el propio gobierno de los Estados Unidos,
que llegó incluso a cortarle el suministro de armas. El mismo
presidente depuesto, Carlos Prío Socarrás, expresaba ese clima
revolucionario diciendo: «Triunfaré por cualquier medio, incluso el más
extremo». En ese contexto actuaría el Movimiento 26 de Julio, una evolución revolucionaria del Partido Ortodoxo, de ideología básicamente nacionalista-anticomunista,
buscando en todo momento articular sus fuerzas con otros sectores
opositores, con el proyecto de establecer un gobierno democrático
nacionalista. Tanto el ex presidente Carlos Prío Socarrás del Partido Auténtico, como la CIA, apoyaron económicamente a la guerrilla castrista en sus primeros años. Mientras tanto, Fidel Castro —que había sido un destacado dirigente juvenil del otro partido importante, el Partido Ortodoxo y que se había vuelto célebre por el intento de tomar el Cuartel Moncada en 1952—
proclamaba abiertamente sostener una posición anticomunista. Por su
parte, pese a mantener relaciones estrechas con Fidel Castro y la
guerrilla en Sierra Maestra, el Partido Socialista Popular (comunista)
criticó la experiencia guerrillera atribuyéndole una intención
puramente aventurera golpista. Finalmente, varias fuerzas políticas
tenían por entonces organizaciones armadas además del Movimiento 26 de Julio, como el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, el Partido Socialista Popular y el Segundo Frente Nacional del Escambray.
La prensa y la opinión pública estadounidense brindaron una gran cobertura y demostraron una gran simpatía por Fidel Castro y sus guerrilleros en Sierra Maestra,
legitimando el movimiento armado y brindando una difusión de los
motivos y acciones de la guerrilla que el Movimiento 26 de Julio nunca
hubiera podido conseguir en las condiciones de censura y represión que
dominaban en Cuba.
El desastre de la llegada a Cuba
El 25 de noviembre de 1956 un grupo de 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio que se habían entrenado en México se embarcaron en el puerto de Túxpam rumbo a Cuba en el yate Granma. Dirigidos por Fidel Castro, en el grupo se encontraban también Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida y el Che Guevara, entre otros.
La travesía duró siete días, dos más de lo planeado, debido a lo cual
el grupo que iba a apoyar su llegada a Cuba ya se había retirado. Antes
del amanecer del 2 de diciembre el yate encalló en la costa sudoccidental, cerca de la playa de Las Coloradas, en el Golfo de Guacanayabo, por lo que los rebeldes debieron dejar la mayor parte de las municiones, alimentos y medicinas en el barco.
Tres días después, cuando aún trataban de organizarse, el grupo fue emboscado por el ejército en Alegría de Pío.
La mayor parte del grupo murió en el combate, fueron ejecutados o
detenidos. El resto se dispersó y recién volvió a reunirse en Sierra Maestra el 21 de diciembre. Guevara fue herido superficialmente en el cuello y cayó en una especie de sopor del que fue sacado por Juan Almeida Bosque, para reorganizar un grupo de ocho hombres en situación desesperada por el hambre, la sed y la persecución del ejército.
La cantidad exacta de sobrevivientes se desconoce. Aunque la historia
oficial habla de doce, se sabe que en Sierra Maestra se reunieron al
menos 20 guerrilleros de los 82 que llegaron en el Granma. La imagen de los doce hombres, parece haber sido tomada de un episodio de la independencia cubana en 1868, en Yara, Oriente de Cuba, cuando la tropa comandada por Carlos Manuel de Céspedes
se enfrentó con un destacamento colonialista y fueron derrotados.
Cuenta la tradición oral que al quedarse solo Céspedes con un puñado de
patriotas, un desalentado le insinuó la rendición, replicando aquel:
«Aún quedamos doce hombres; bastan para hacer la Independencia de Cuba».
En esa oportunidad el Che Guevara fue severamente reprendido por
Fidel Castro debido a la pérdida de las armas, que habían sido
escondidas por orden de aquél en la casa de un campesino luego allanada
por el ejército. Como símbolo de degradación Castro le quitó la pistola
al Che. Años después recordaría que la «amarga recriminación» de Fidel
siguió «grabada en mi mente por el resto de la campaña y hasta el día de
hoy».
La debacle del desembarco fue noticia de primera plana y en la lista
de muertos dada por el gobierno aparecían los dos hermanos Castro y
Ernesto Guevara, afectando hondamente a su familia. Sin embargo el
último día del año recibieron una nota manuscrita suya, con sello del
correo cubano, que decía:
Queridos viejos: Estoy perfectamente, gasté solo 2 y me quedan cinco. Sigo trabajando en lo mismo, las noticias son esporádicas y lo seguirán siendo, pero confíen en que Dios sea argentino. Un gran abrazo a todos, Teté.61
Sierra Maestra
Sierra Maestra
es un cordón montañoso alargado ubicado sobre la costa en el extremo
sudeste de la isla de Cuba, a poco más de 800 km de su capital, La Habana, ubicada en el otro extremo. Su punto más alto es el pico Turquino
(1974 msnm), ubicado aproximadamente en el centro. Mide 250 km de largo
por 60 km de ancho. Por el extremo oriental de la cadena las últimas
estribaciones conectan con la ciudad de Santiago de Cuba en tanto que por la parte central conecta al norte con la ciudad de Bayamo. En la década de 1950 la región estaba totalmente cubierta de selva tropical, densa y húmeda. Se trataba de una zona marginal, habitada por unos 60 000 campesinos, llamados guajiros
en Cuba, dedicados a la agricultura de supervivencia en tierras de
posesión precarias, y también por bandoleros, contrabandistas, fugitivos
y terratenientes que imponían su poder a punta de pistola. Actualmente
la zona contiene varios parques nacionales.
El precario comienzo
Una vez establecido el grupo guerrillero en Sierra Maestra, el Movimiento 26 de Julio
se organizó en todo el país con el fin de apoyar a la guerrilla en la
sierra, mientras que en las ciudades del llano buscaban establecer
alianzas con otros partidos opositores, los sindicatos, el movimiento
estudiantil y la propia embajada de Estados Unidos. La existencia de dos
sectores en el Movimiento 26 de Julio, denominados El Llano y La
Sierra, y las tensiones que irían apareciendo entre ambos, serían muy
importantes en el futuro. Entre los dirigentes más importantes que
actuaban en el llano se encontraban Frank País, Vilma Espín, Celia Sánchez, Faustino Pérez, Carlos Franqui, Haydée Santamaría, Armando Hart, René Ramos Latour (Daniel), mayoritariamente demócratas anticomunistas.
En Sierra Maestra, el Che Guevara actuó como médico y combatiente. A pesar de sufrir de fuertes ataques de asma
en un país que por su clima tiene uno de los porcentajes más altos de
asma del mundo, rápidamente se destacó por su valor temerario, su visión
táctica y la capacidad de mando.
Guevara también impuso su personalidad al mostrarse estricto frente a
los actos de indisciplina, de traición y criminales, no solo en la
propia tropa, sino también con respecto a los soldados enemigos y a los
campesinos que habitaban la zona. Esta faceta se hizo evidente el 17 de febrero de 1957,
cuando descubrieron que uno de los guerrilleros, Eutimio Guerra, era un
traidor que había brindado al enemigo la situación del grupo, lo que
permitió al ejército bombardear su posición en el pico Caracas y luego
emboscarlos en los Altos de Espinosa, poniéndolos al borde de la derrota
definitiva. Fidel Castro decidió entonces que sería fusilado por
traición, pero sin indicar quienes lo ejecutarían. Ante la indecisión
general fue el Che Guevara quien lo ejecutó disparándole un tiro en la
cabeza, demostrando una frialdad y dureza frente a los crímenes en
tiempos de guerra que lo harían famoso.
Por el contrario, Guevara parece haber actuado con tolerancia frente a
los errores de sus propios hombres y los prisioneros enemigos. En varias
oportunidades intervino ante Fidel Castro para evitar ejecuciones, así como atendió médicamente a soldados heridos, prohibiendo estrictamente las torturas o el fusilamiento de prisioneros.
Durante los primeros meses de 1957
el pequeño grupo guerrillero se mantuvo precariamente con escaso apoyo
de la población rural en la zona, con poca disciplina militar,
albergando infiltrados, acosados por una red de espías campesinos (chivatos)
y por las tropas del gobierno. Se sucedieron una serie de pequeños
combates, como el ataque al destacamento de La Paz (2 soldados muertos),
Arroyo del Infierno (3 soldados muertos), el bombardeo aéreo del cerro
Caracas (sin bajas), la emboscada de los Altos de Espinosa (1
guerrillero muerto).
A fines de febrero apareció en el New York Times, el periódico más leído de los Estados Unidos, una entrevista a Fidel Castro realizada por Herbert Matthews
en Sierra Maestra. El impacto fue enorme y comenzó a generar una gran
simpatía hacia los guerrilleros en la opinión pública nacional e
internacional. En ese momento, con el fin de estrechar relaciones con
los campesinos que habitaban en la Sierra, los guajiros, el grupo guerrillero empezó a ofrecer los servicios médicos del Che Guevara, que comenzó así a ser conocido en la región.
El 28 de abril
Fidel Castro logró otro fuerte golpe de efecto: dio una conferencia de
prensa para la cadena de radio y televisión estadounidense CBS, en la cima del pico Turquino, la montaña más alta de Cuba.
Para fines de mayo el ejército guerrillero había crecido a 128 combatientes bien armados y entrenados y el 28 de mayo produjo su primera acción de cierta magnitud, el ataque al Cuartel de El Uvero,
donde murieron 6 guerrilleros y 14 soldados y hubo gran cantidad de
heridos de ambos bandos. Luego del combate Castro tomó la decisión de
dejar al Che Guevara a cargo de los heridos para no demorar al grupo
principal ante la inminente persecución por parte de las tropas del
gobierno. Guevara entonces atendió a todos los heridos, de ambos bandos,
y llegó a un acuerdo de caballeros con el médico del cuartel para dejar
a los heridos más graves con la condición de que se los respetara al
ser detenidos, pacto que fue cumplido por el ejército cubano.
El Che y cuatro hombres (Joel Iglesias, Alejandro Oñate (Cantinflas), «Vilo» Acuña
y un guía) debieron entonces hacerse cargo de esconder, proteger y
curar a los siete guerrilleros heridos durante cincuenta días. En ese
lapso Guevara no solo atendió y mantuvo protegidos a todos, sino que
impuso disciplina en el grupo, reclutó nuevos guerrilleros, obtuvo el
apoyo decisivo de uno de los mayorales de un gran latifundio de la zona y
estableció un sistema de aprovisionamiento y comunicación con la ciudad
de Santiago. Cuando volvió a unirse con el resto, el 17 de julio,
el Che tenía un pequeño ejército autónomo de 26 combatientes. Para
entonces los rebeldes ya habían conseguido liberar un pequeño territorio
al oeste del Pico Turquino y 200 hombres disciplinados y confiados. Ese
día Fidel Castro decidió formar una segunda columna con 75 hombres, a
la que denominaría después Cuarta Columna para generar la sensación de
mayor cantidad de tropas. Simultáneamente ascendió al Che Guevara al
grado de capitán y cinco días después lo designó comandante
de la formación. Hasta ese momento solo Fidel Castro tenía grado de
comandante. En lo sucesivo el trato hacia él debía ser de Comandante Che
Guevara.
Comandante de la llamada Cuarta Columna
La Segunda Columna (llamada luego «Cuarta» para confundir al enemigo)
estuvo integrada originalmente por cuatro pelotones a cargo de Juan Almeida, Ramiro Valdés, Ciro Redondo y Lalo Sardiñas. Posteriormente se integraría Camilo Cienfuegos, con quien establecería una estrecha amistad, reemplazando a Lalo Sardiñas como su segundo al mando.
Guevara se distinguiría por integrar sus tropas con guajiros y negros, que constituían entonces el sector más marginado del país, en un tiempo que el racismo y la segregación racial aún era una fuerza poderosa, incluso entre los propios miembros del Movimiento 26 de Julio. A los novatos que integraban la columna los bautizó «descamisados», la célebre palabra que Eva Perón utilizaba para dirigirse a los trabajadores argentinos, también despreciados con el término «cabecitas negras».
Uno de estos, Enrique Acevedo, un adolescente de quince años a quien
Guevara nombró jefe de la Comisión de Disciplina de la columna escribió
en sus impresiones en un diario:
Todos lo tratan con gran respeto. Es duro, seco, a veces irónico con algunos. Sus modales son suaves. Al impartir una orden se ve que manda de verdad. Se cumple en el acto.
Lograría, tras algunas batallas y escaramuzas victoriosas (Bueycito,
El Hombrito), tomar el control de la zona del Hombrito y establecer una
base permanente. Allí construyó un hospital, una panadería, una armería,
una zapatería y una talabartería para crear una infraestructura
industrial de apoyo. También lanzó el periódico El Cubano Libre.
Una de las funciones de la columna del Che fue detectar y ejecutar a los
espías e infiltrados, así como imponer el orden en la región,
ejecutando a los bandoleros que aprovechaban la situación para asesinar y
violar mujeres, muchas veces atribuyéndose la identidad de los propios
guerrilleros. La estricta disciplina en la columna comandada por Guevara hizo que varios guerrilleros pidieran su traslado a la otra columna,
pero al mismo tiempo su comportamiento justo e igualitario, y la
capacitación que impartía a sus hombres, desde la alfabetización hasta
literatura política compleja, terminó conformando un grupo fuertemente
solidario.
Las tropas del gobierno estaban dirigidas por Ángel Sánchez Mosquera quien implementó una política de guerra sucia en la región. El 29 de noviembre de 1957 atacaron causando dos muertes, entre ellas la de Ciro Redondo.
El Che resultó herido (en un pie) al igual que Cantinflas y otros cinco
combatientes y la base de El Hombrito quedó completamente destruida. La
columna se trasladó entonces al lugar llamado La Mesa, donde volvieron a
construir la base con toda su infraestructura y poniendo además en
marcha una radio, Radio Rebelde, que empezó a emitir el 24 de febrero de 1958 y aún se encuentra en el aire.
Al comenzar 1958
Fidel Castro se había convertido en el hombre más solicitado por la
prensa internacional y decenas de periodistas de todo el mundo iban a
Sierra Maestra a entrevistarlo. Por su parte el Che Guevara se convirtió
en el personaje central de la prensa que defendía a Batista. Evelio
Lafferte, un teniente del ejército cubano tomado prisionero y que luego
pasó a integrar la columna del Che recordaba:
La propaganda contra él (Guevara) era masiva; se decía que era un asesino a sueldo, un criminal patológico..., un mercenario, que prestaba servicios al comunismo internacional... que utilizaban métodos terroristas que socializaban a las mujeres y quitaban a los hijos... Ellos decían que a los soldados que caían prisioneros, los amarraban a un árbol y les abrían el vientre con una bayoneta.
En febrero el ejército sacó a 23 militantes del Movimiento 26 de
Julio y los fusilaron en las primeras estribaciones de la sierra, para
simular que habían obtenido una victoria contra la guerrilla castrista.
El hecho fue un escándalo que desprestigió más al gobierno de Batista.
El 16 de febrero
el ejército guerrillero atacó el cuartel de Pino del Agua con varias
bajas en los dos bandos. Poco después llegó el periodista argentino Jorge Masetti, de tendencia peronista, quien luego sería uno de los fundadores de la agencia de noticias cubana Prensa Latina y el organizador en Salta (Argentina) en 1963 del primer intento guerrillero del Che Guevara fuera de Cuba.
El Che entraría en conflicto con los dirigentes del Movimiento 26 de Julio que actuaban en el llano. Estos lo consideraban un marxista extremista con demasiada influencia sobre Fidel Castro, y aquel los consideraba «derechistas» con una concepción tímida de la lucha y dispuestos a complacer a Estados Unidos.
La ofensiva de Batista y la creación de la Columna Nº 8
El 27 de febrero de 1958 Fidel Castro decidió ampliar las operaciones de la guerrilla creando tres nuevas columnas al mando de Juan Almeida, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos, a quienes designó comandantes. Almeida debía actuar en la zona oriental de Sierra Maestra, Raúl Castro debía abrir un Segundo Frente e instalarse en la Sierra Cristal, al norte de Santiago. En abril Camilo Cienfuegos fue designado jefe militar de la zona comprendida entre la ciudades de Bayamo, Manzanillo y Las Tunas, mientras que Castro establecía su cuartel general en La Plata.
El 3 de mayo se realizó una Reunión en Altos de Mompié
del Movimiento 26 de Julio, que resultó clave y en la que fue
drásticamente reorganizado para imponer la hegemonía de Fidel Castro y
del grupo de la sierra por encima de los integrantes del llano. El Che
Guevara, que desempeñó un papel fundamental en la reunión, escribió en 1964 un artículo refiriéndose al hecho:
Lo más importante es que se analizaban y juzgaban dos concepciones que estuvieron en pugna durante toda la etapa anterior de la guerra. La concepción guerrillera saldría de allí triunfante, consolidado el prestigio y la autoridad de Fidel... Surgía ya una sola capacidad dirigente, la de la Sierra, y concretamente, un dirigente único, un comandante en jefe, Fidel Castro.73
Para entonces el ejército de Batista, a las órdenes del general Eulogio Cantillo
preparaba una amplia ofensiva sobre los rebeldes. Fidel Castro dispuso
entonces que el Che Guevara dejara la Cuarta Columna y se hiciera cargo
de la Escuela Militar en Minas del Frío,
en la cual se adiestraba a los novatos. Este recibió la orden con
cierto fastidio, pero se puso a organizar febrilmente la retaguardia,
construyendo incluso una pista aérea cerca de La Plata. En esos días Camilo Cienfuegos le escribió:
Che. Hermano del alma: Recibí tu nota, veo que Fidel te ha puesto al frente de la Escuela Militar, mucho me alegra pues de ese modo podremos contar en el futuro con soldados de primera, cuando me dijeron que venías a «hacernos el regalo de tu presencia», no me agradó mucho, tú has desempeñado papel principalísimo en esta contienda; si te necesitamos en esta etapa insurreccional más te necesita Cuba cuando la guerra termine por lo tanto bien hace el Gigante en cuidarte. Mucho me gustaría estar siempre a tu lado, fuiste por mucho tiempo mi jefe y siempre lo seguirás siendo. Gracias a ti tengo la oportunidad de ser ahora más útil, haré lo indecible por no hacerte quedar mal. Tu eterno chicharrón. Camilo.
Estando en Minas del Frío Ernesto Guevara mantuvo una relación
sentimental y comenzó a convivir con Zoila Rodríguez García, una guajira
que vivía en Sierra Maestra y que, al igual que toda su familia,
colaboraba activamente con la guerrilla. En un testimonio posterior,
Zoila cuenta de este modo la relación que mantuvieron:
En mí surgió un amor muy grande y muy lindo, me comprometí con él, no sólo como combatiente, sino como mujer. Un día me pidió que le trajera un libro de su mochila; tenía las letras doradas, le pregunté si eran de oro. Le dio gracia la pregunta, se rio y me respondió: «Este libro es de comunismo». Me dio pena preguntarle qué quería decir «comunismo», porque esa palabra nunca la había escuchado.
El 6 de mayo
comenzó la ofensiva. El ejército contaba con 10 000 hombres, de los
cuales dos terceras partes eran conscriptos. El plan era desgastar a los
guerrilleros, que entonces contaban con 280 hombres y algunas mujeres,
con bombardeos masivos de napalm y explosivos para ir rodeándolos en un círculo cada vez más estrecho.
Durante las primeras semanas de la ofensiva las fuerzas del gobierno
estuvieron a punto de derrotar a la guerrilla, que sufrió grandes
pérdidas y desorganización en sus filas, mientras aumentaba el espíritu
de derrota y las deserciones. Por su parte Guevara organizó con los
reclutas de la escuela de Minas del Frío una nueva columna, que llevó el
número Ocho y el nombre de Ciro Redondo en homenaje al lugarteniente caído en combate el año anterior. Cuando Raúl Castro ―que se encontraba en Sierra Cristal―, secuestró el 26 de junio por su propia iniciativa a 49 estadounidenses, el Che criticó su conducta como «peligroso extremismo».
Sin embargo las tropas gubernamentales fueron incapaces de acorralar a
los guerrilleros, que se escurrían permanentemente, y para julio los
rebeldes comenzaron a recuperar la iniciativa. El 20 de julio obtuvieron su primera gran victoria en Jigüe y el mismo día la mayor parte de las fuerzas opositoras firmó el Pacto de Caracas, reconociendo a Fidel Castro como comandante en jefe.
El 28 de julio
la columna al mando del Che sitió a las tropas del gobierno en Las
Vegas, que huyeron abandonando la posición. El 30 de julio murió en
combate René Ramos Latour, principal adversario del Che Guevara en el Movimiento 26 de Julio, quien sin embargo escribió en su diario:
Profundas divergencias ideológicas me separaban de René Ramos y éramos enemigos políticos, pero supo morir cumpliendo con su deber, en la primera línea y quien muere así es porque siente un impulso interior que yo le negara y que en esta hora rectifico.
El 7 de agosto de 1958
el ejército inició su retirada en masa de Sierra Maestra. La debilidad
de Batista se hizo evidente y Fidel Castro decidió entonces expandir la
guerra al resto de Cuba. El Che Guevara y Camilo Cienfuegos debían marchar al norte para dividir la isla en dos y preparar el ataque a la estratégica ciudad de Santa Clara, llave del camino a La Habana, mientras que Fidel y Raúl Castro permanecerían en el Oriente para controlar la región y atacar finalmente Santiago de Cuba.
La batalla de Santa Clara
El 31 de agosto de 1958
las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos partieron a pie hacia
el occidente cubano. Tardaron seis semanas en llegar a la zona montañosa
del Escambray, en la antigua provincia de Las Villas, integrada por las actuales provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos,
en el centro de la isla, después de atravesar unos 600 km de zonas
pantanosas, acosados por los aviones y pelotones del gobierno.
Guevara instalaría su campamento en Caballete de Casas, una meseta inaccesible ubicada a 630 metros de altura, en el actual municipio de Sancti Spíritus.78
Allí creó una escuela militar siguiendo el modelo utilizado en Sierra
Maestra para entrenar nuevos voluntarios, así como una central
hidroeléctrica, un hospital, diversos talleres y fábricas y un
periódico: El Miliciano. En la zona actuaban otras fuerzas guerrilleras, como el Segundo Frente Nacional del Escambray dirigido por el español Eloy Gutiérrez Menoyo, el Directorio Revolucionario dirigido por Faure Chomón y Rolando Cubela, y el Partido Socialista Popular (comunista). También actuaban las fuerzas guerrilleras y políticas locales del Movimiento 26 de Julio cuyo principal dirigente era Enrique Oltuski.
En general estas fuerzas mantenían rencillas entre sí y la unificación
plena nunca fue posible. En ese tiempo, El Che también conocería a Aleida March,
una activa militante del Movimiento 26 de Julio de ideas
anticomunistas, que se convertiría en su segunda esposa en 1959 y con
quien tendría cuatro hijos.
El 3 de noviembre de 1958
Batista realizó elecciones para intentar atenuar la oposición
generalizada y producir una salida electoral que aislara a los grupos
guerrilleros. Estos y los grupos de oposición sabotearon las elecciones
que registraron una bajísima participación, deslegitimando completamente
al candidato que resultó electo, Andrés Rivero Agüero, que nunca llegó a asumir la presidencia.
En Las Villas el Che Guevara terminó de dar forma a la Columna Ocho
ubicando en los puestos clave a los hombres en los que más confiaba, la
mayoría procedentes de los sectores más humildes. Entre ellos se
destacaban los hombres de su escolta Juan Alberto Castellanos, Hermes Peña, Carlos Coello (Tuma), Leonardo Tamayo (Urbano) y Harry Villegas (Pombo). También estaban ya entonces bajo su mando soldados que compondrían su grupo más íntimo, como Joel Iglesias, Roberto Rodríguez (el Vaquerito), Juan Vitalio Acuna (Vilo), Orlando Pantoja (Olo), Eliseo Reyes, Manuel Hernández Osorio, Jesús Suárez Gayol (el Rubio), Orlando Borrego. Muchos de esos hombres compondrían el famoso Pelotón Suicida al mando de «El Vaquerito», integrado por voluntarios y encargado de las misiones más difíciles.
A fines de noviembre las tropas del gobierno atacaron la posición del
Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Los combates duraron una semana, al
final de la cual el ejército de Batista se retiró desordenadamente y con
grandes pérdidas de hombres y equipos. Guevara y Cienfuegos
contraatacaron entonces, siguiendo una estrategia de aislamiento de las
guarniciones del gobierno entre sí, dinamitando los caminos y puentes
ferroviarios. En los días siguientes los regimientos fueron capitulando
uno a uno: Fomento, Guayos, Cabaiguán (donde el Che se fracturó el codo por lo que fue entablillado y su brazo puesto en cabestrillo), Placetas, Sancti Spíritus.
Luego, la columna de Cienfuegos se dirigió a tomar Yaguajay, en una importante batalla que se extendió desde el 21 hasta el 31 de diciembre, mientras que Guevara tomaba Remedios y el puerto de Caibarién el 26 de diciembre y al día siguiente el cuartel de Camajuaní, donde las tropas del gobierno huyeron sin combatir.
Quedó así libre el camino para atacar Santa Clara, cuarta ciudad de Cuba y último bastión del gobierno antes de La Habana.
Batista fortificó Santa Clara enviando 2000 soldados y un tren
blindado, a las órdenes del oficial más capacitado a su disposición, el
coronel Joaquín Casillas. En total las fuerzas del gobierno sumaban 3500 soldados para hacer frente a 350 guerrilleros. El 28 de diciembre
comenzó el ataque. La batalla fue sangrienta y se extendió durante tres
días por toda la ciudad. Allí murió uno de los hombres más destacados
de la Columna Ocho, Roberto el Vaquerito Rodríguez. Guevara había establecido que la prioridad de la batalla era el tren blindado, que fue finalmente tomado el 29 de diciembre por la tarde.
La toma del tren blindado fue el hecho desencadenante de la caída de
Batista. Conocida la noticia, el dictador tomó la decisión de huir de
Cuba, lo que hizo pocas horas después, a las tres de la mañana del 1 de enero de 1959, con su familiares, y varios funcionarios, entre ellos el presidente electo Andrés Rivero Agüero y su hermano que era el alcalde de La Habana.
Entretanto las fuerzas rebeldes triunfantes en toda la isla,
-incluidas las tropas de Guevara- procedían a detener a miembros de la
dictadura de Batista y fusilar a aquellos considerados como criminales
de guerra en juicios sumarísimos.En Santa Clara el Che Guevara dio la orden de fusilar al jefe de policía, Cornelio Rojas, entre otros detenidos. El coronel Joaquín Casillas, quien había sido condenado en 1948 por asesinar al sindicalista Jesús Menéndez
y luego dejado en libertad, fue detenido y también resultó muerto. La
versión oficial indica que Casillas fue muerto mientras intentaba
fugarse, pero es altamente probable que fuera fusilado por orden del Che
Guevara.
Siguiendo órdenes de Fidel Castro, las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos se dirigieron entonces a La Habana a ocupar los cuarteles de Columbia y La Cabaña, lo que hicieron los días 2 y 3 de enero de 1959, respectivamente.
El gobierno
Primeros meses de 1959
Una vez tomado el poder, la oposición formó un nuevo gobierno. El Presidente fue Manuel Urrutia Lleó y el Primer Ministro José Miró Cardona. Los ministros fueron Regino Boti (Economía), Rufo López Fresquet (Hacienda), Roberto Agramonte (Relaciones Exteriores), Armando Hart (Educación), Enrique Oltuski (Comunicaciones), Luis Orlando Rodríguez (Interior), Osvaldo Dorticós Torrado (Leyes Revolucionarias) y Faustino Pérez
(Recuperación de Propiedad Adquirida Ilegalmente). Fidel Castro
permanecía como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Se trataba de
un gobierno moderado y pronunciadamente anticomunista. Inicialmente el Comandante Ernesto Guevara fue designado jefe de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, pero luego desempeñó diversas funciones claves, entre ellas Director del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA),
Ministro de Industria y presidente del Banco Nacional, además de
representar internacionalmente a Cuba en varias ocasiones entre las que
se destacan las que llevaron a la firma de los acuerdos comerciales y
militares con la Unión Soviética.
Ernesto Guevara también tomó parte del grupo compuesto por Antonio
Núñez Jiménez, Pedro Miret, Alfredo Guevara, Vilma Espin, Oscar Pino
Santos y Segundo Ceballos, que operaba desde los inicios de la
revolución en el máximo secreto, a espaldas del gobierno excluyendo
Fidel Castro. Este grupo se reunía todas las noches en la casa que
habitó Guevara en Tarará, un balneario cercano a La Habana. El grupo
funcionaba bajo la supervisión de Fidel Castro y tenía como fin elaborar
y definir leyes claves, como la de reforma agraria y creación del INRA,
actuando como un verdadero gobierno paralelo.
Una de la primeras decisiones del nuevo gobierno, fueron los juicios revolucionarios como parte del proceso conocido como Comisión Depuradora contra personas consideradas criminales de guerra o muy asociadas con el régimen de Batista, y más adelante nuevos opositores como el Comandante del Segundo Frente Nacional del Escambray, Jesús Carreras Zayas, acusado de apoyar una rebelión en 1960.83 84 Entre enero y abril de 1959, alrededor de mil fueron denunciados y juzgados por medio de juicios sumarísimos de los cuales 550 fueron fusilados.85
Ernesto Guevara en su condición de jefe de La Cabaña durante los
primeros meses de la revolución, tuvo a su cargo los juicios y ejecución
contra los detenidos en la fortaleza. La opinión personal de Guevara
sobre los fusilamientos fue expuesta públicamente ante las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1964:
Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba.
Para tal fin Guevara estableció un sistema judicial con tribunales de
primera instancia y un tribunal de apelación bajo su presidencia, que
desarrollaron su actuación en audiencias públicas, con fiscales
acusadores, abogados defensores y testigos. La legitimidad de los juicios revolucionarios
y los fusilamientos por el gobierno cubano son objeto de intensos
debates que oponen frontalmente a quienes simpatizan con la Revolución
cubana de aquellos que se le oponen.
El 7 de febrero de 1959
el gobierno sancionó una nueva Constitución que incluía un artículo
especialmente redactado para el Che Guevara, otorgando la ciudadanía a
cualquier extranjero que hubiera combatido a Batista durante dos años o
más y ejercido el cargo de comandante durante un año. Pocos días después
el presidente Urrutia declaró a Ernesto Guevara como ciudadano cubano
de nacimiento.
En los meses posteriores a la toma del poder, los sectores más
moderados del gobierno fueron siendo desplazados por los sectores más
radicales, entre los que se encontraba el Che Guevara como una de sus
figuras más destacadas. A partir de su experiencia en la caída del
gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala el Che Guevara estaba convencido que Estados Unidos
no permitiría las reformas económicas y sociales que proponía la
revolución, y que en caso de no poder neutralizarlas a través de los
funcionarios conservadores en el gobierno, impulsaría medidas cada vez
más agresivas llegando incluso a la invasión en caso de ser necesario.
Por esa razón Guevara era partidario no solo de depurar el ejército y el
gobierno de elementos conservadores, sino de radicalizar la revolución
para instalar un sistema socialista, prepararse para una confrontación abierta con Estados Unidos, buscar el apoyo de la Unión Soviética y abrir nuevos focos guerrilleros en América Latina
para realizar una revolución de alcance continental. En ese sentido, su
influencia en el camino que finalmente siguió la Revolución cubana, fue
notable.
Un ejemplo de la influencia del Che Guevara en la Revolución cubana ha sido puesto de manifiesto por el hijo de Anastás Mikoyán, Viceprimer ministro soviético
que acompañó a su padre en la visita que este hizo a Cuba en 1960, al
relatar el siguiente diálogo entre Fidel Castro y Ernesto Guevara:
Ellos (por Castro y Guevara) dijeron que sólo podían sobrevivir con la ayuda soviética y tendrían que esconder esto de los capitalistas en Cuba... Fidel dijo: «Tendremos que sobrellevar estas condiciones en Cuba por cinco a diez años.» Entonces el Che lo interrumpió: «Si no lo haces en dos o tres años estás acabado.»
Antes de desempeñar un cargo formal Guevara participó activamente en la elaboración de la ley de reforma agraria y la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), impulsando la versión más radical de esta, que prohibía absolutamente el latifundio
y dejaba sin efecto el requisito constitucional de la indemnización
previa. Ernesto Guevara pensaba que existía un vínculo inseparable entre
la reforma agraria y la guerrilla y decía lo siguiente:
El guerrillero es, fundamentalmente, y antes que nada, un revolucionario agrario. Interpreta los deseos de la gran masa campesina de ser dueña de la tierra, dueña de los medios de producción, de sus animales, de todo aquello por lo que ha luchado durante años, de lo que constituye su vida y constituirá también su cementerio... Este Movimiento no inventó la Reforma Agraria. La llevará a cabo. La llevará a cabo íntegramente hasta que no quede campesino sin tierra, ni tierra sin trabajar.
Simultáneamente los periodistas Jorge Masetti
y Carlos María Gutiérrez le propusieron al Che Guevara crear una
agencia de noticias independiente de las grandes agencias
internacionales, tomando como modelo la Agencia Latina de Noticias que
había creado Juan Perón y en la que el propio Guevara había trabajado en México. El proyecto fue aprobado y Cuba creó la agencia Prensa Latina, aún existente, cuyo primer director fue el propio Masetti y en la que trabajarían intelectuales como Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, etc.
El 7 de mayo de 1959 se aprobó la ley de reforma agraria y de creación del INRA. Poco después, el 22 de mayo, el Che Guevara se casó con Aleida March y el 12 de junio salió en el primero de sus viajes diplomáticos internacionales, con el fin de abrir nuevos mercados para el azúcar,
producto fundamental de la economía cubana, por entonces dependiente de
forma casi exclusiva del mercado estadounidense. Entre los destinos de
su viaje visitó países y líderes que estaban impulsando experiencias de
cambios sociales profundos, que luego constituirían lo que dio en
llamarse el movimiento del Tercer Mundo, entre ellos Egipto, donde se reunió con el general Gamal Abdel Nasser; Indonesia, donde se entrevistó con Sukarno; India, donde conoció a Jawaharlal Nehru y Yugoslavia, con Josip Broz Tito. Entre otros importantes resultados del viaje, Cuba estableció relaciones comerciales con la Unión Soviética
que finalmente se comprometió a comprar medio millón de toneladas de
azúcar. En ese entonces la cuota cubana en el mercado estadounidense era
de casi 3 millones de toneladas.
Durante ese viaje le escribió a su madre una interesante reflexión introspectiva:
Algo que realmente se ha desarrollado en mí es la sensación de lo masivo en contraposición con lo personal; soy el mismo solitario que era, buscando mi camino sin ayuda personal, pero ahora poseo el sentido de mi deber histórico. No tengo hogar ni mujer ni hijos ni padres ni hermanos ni hermanas, mis amigos son mis amigos en tanto piensen políticamente como yo y sin embargo estoy contento, siento algo en la vida, no solo una poderosa fuerza interior, que siempre sentí, sino también el poder de inyectarla a los demás y el sentido absolutamente fatalista de mi misión que me despoja del miedo.
Polarización interna y acercamiento a la URSS
La situación se polarizó rápidamente. Inmediatamente después de la
caída de Batista comenzaron a organizarse actividades militares y
terroristas contra el nuevo gobierno, así como la preparación de tropas
para invadir Cuba. Desde 1959 el dictador Trujillo en la República Dominicana apoyaba un ejército guerrillero denominado Legión Anticomunista del Caribe con el plan de invadir Cuba.
En Estados Unidos la CIA
comenzó a organizar sabotajes e impulsar la organización de grupos
guerrilleros anticastristas sobre la base de exfuncionarios de Batista,
como La Rosa Blanca,
y la creciente cantidad de exiliados cubanos opuestos a las medidas
cada vez más radicales y procomunistas de la Revolución cubana.
En septiembre de 1959 el Che Guevara fue designado para organizar el Departamento de Industrialización del INRA,
que se convertiría al año siguiente en Ministerio de Industria. Poco
después, el 26 de noviembre de 1959, ante la renuncia y huida de la
mayoría de los especialistas, fue nombrado como presidente del Banco
Nacional. Curiosamente, firmó los billetes emitidos durante su gestión
únicamente con su apodo «Che». El 20 de febrero de 1960 se creó la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN), cuyo principal promotor fue Guevara y que establecía la planificación centralizada en Cuba.
Desde sus cargos económicos el Che Guevara impulsó la nacionalización
de empresas nacionales y extranjeras y sectores claves de la economía,
la planificación centralizada y el trabajo voluntario. Guevara buscó
también desarrollar la industria pesada mediante la industria siderúrgica,
con el fin de romper la especialización económica y la dependencia del
azúcar. Contó con el apoyo de un grupo de jóvenes que se formaron como
especialistas con él, desde que la Columna 8 se encontraba en Escambray,
entre los que se destacó Orlando Borrego, su viceministro, quien habría de ocupar altos cargos económicos en el futuro. Apoyó también la supresión de la autonomía universitaria, una de las principales banderas del movimiento latinoamericano de la Reforma Universitaria.
El 28 de julio de 1960,
ante el Primer Congreso de Juventudes Latinoamericanas, realizado en La
Habana, el Che sostuvo un concepto que luego desarrollaría ampliamente:
la idea del «hombre nuevo socialista», al que concebía como un nuevo
tipo humano que se desarrollaría a la par del socialismo, y en el que el
sentimiento de solidaridad y compromiso con la sociedad se impondría al
interés y egoísmo personal. El trabajo voluntario era para él una
expresión fundamental del hombre nuevo. Él personalmente dedicaba todos los sábados al trabajo voluntario, en las líneas de producción de las fábricas, la zafra,
como obrero en las obras de construcción, y promovía esa actitud entre
los demás funcionarios, los que no siempre recibieron de buena gana su
austeridad y su propuesta de dar ejemplo con el comportamiento personal.
Una de las características por las que se destacó el Che Guevara en
la función pública fue una estricta austeridad y la falta de privilegios
para él y su familia que insistió en extremar. Por ejemplo, cuando fue
designado presidente del Banco Nacional, renunció a los 2000 pesos que
le correspondían por el cargo, manteniendo solo su salario de
comandante, que era de 250 pesos. Cuando sus padres lo visitaron en Cuba
en 1959, él les puso un automóvil a su disposición pero les comunicó
que debían pagar la gasolina. No llevaba a su esposa en los viajes
internacionales y prohibía al personal militar bajo sus órdenes que
concurrieran a cabarés, prostíbulos y cualquier fiesta que no obedeciera
estrictamente a las necesidades de la misión.
El 7 de noviembre de 1960 el Che Guevara viajó durante dos meses por los países comunistas: Checoslovaquia, Unión Soviética, China, Corea y Alemania Democrática. En la Unión Soviética fue invitado a compartir con el primer ministro Nikita Jrushchov y el resto del Soviet Supremo la tribuna principal en el desfile de celebración del aniversario de la Revolución rusa, lo que constituía un hecho excepcional.
El embajador de la Unión Soviética en Cuba lo recuerda así:
Era un personaje altamente organizado; no tenía en ese sentido nada de latinoamericano, era más bien alemán. Puntual, exacto, era asombroso para todos los que han conocido América Latina.98
El viaje fue muy exitoso y tanto la Unión Soviética como China se
comprometieron a comprar la mayor parte de la zafra cubana. En China
conoció a Mao Zedong y Zhou Enlai. En Alemania Democrática conocería a Tamara Bunke,
una argentina-alemana, que poco después se trasladaría a Cuba y que
integraría más adelante la guerrilla del Che en Bolivia, con el nombre
de Tania. Pero por encima de todas las cosas el viaje tuvo como resultado principal consolidar la alianza entre Cuba y la Unión Soviética.
Un informe de inteligencia del Departamento de Estado de los Estados
Unidos evalúa el resultado del viaje de Guevara del siguiente modo:
Cuando finalizó la visita, Cuba tenía acuerdos comerciales financieros, además de vínculos culturales, con todos los países del bloque, relaciones diplomáticas con todos menos Alemania Oriental y acuerdos de asistencia científica y técnica con todos menos Albania.
Confrontación con Estados Unidos
El 3 de enero de 1961, en una de las últimas medidas de su gobierno antes de entregar el poder a John F. Kennedy, el presidente Eisenhower cortó las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
El enfrentamiento abierto era inminente.
El 17 de abril de 1961 se produjo la invasión de Bahía de Cochinos desde Nicaragua, donde fueron despedidos y arengados por el dictador Luis Somoza Debayle, por parte de un ejército de 1.500 hombres mayoritariamente cubanos, entrenados en Guatemala, utilizando buques de la United Fruit Company, con el apoyo abierto de la CIA.
Al día siguiente era evidente que el ejército cubano había controlado
la situación. La CIA le pidió entonces al presidente Kennedy, quien
había asumido la presidencia hacía menos de tres meses, la intervención
abierta de Estados Unidos
con la Fuerza Aérea, pero este se negó. Por esta razón la comunidad
cubana anticastrista en Estados Unidos sostuvo públicamente que el
presidente Kennedy era un traidor.
Cuatro meses después Kennedy propuso una Alianza para el Progreso en la reunión de la OEA en Punta del Este,
un inédito plan de ayuda masiva para el desarrollo de los países
latinoamericanos. Es obvio que fue la Revolución cubana y el apoyo que
le demostraba la población lo que impulsó a Estados Unidos a promover un
plan cuyo objetivo declarado era reducir la pobreza y las desigualdades
en el subcontinente. Cuba, representada en la ocasión por el Che
Guevara, no se opuso en principio al plan estadounidense, pero sostuvo
que era necesario primero que Estados Unidos permitiera el libre
comercio de los productos latinoamericanos, eliminara los subsidios
proteccionistas a sus productos, y que se promoviera la
industrialización de América Latina.
Con motivo de este viaje, Guevara se reunió con los presidentes democráticos de Argentina, Arturo Frondizi, y Brasil, Jânio Quadros. Los dos presidentes fueron derrocados poco después en sendos golpes militares apoyados por Estados Unidos y en ambos casos, la reunión con el Che fue uno de los argumentos utilizados por los militares golpistas.
El fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos causó el despido del director de la CIA, Allen Dulles, y su reemplazo por John McCone. En noviembre de 1961 la CIA estableció un gigantesco programa llamado Operación Mangosta, dirigido por Edward Lansdale, con el fin de organizar actos de sabotaje, terrorismo,
asesinatos selectivos de los líderes cubanos, ataques militares e
infiltraciones que desestabilizaran al gobierno cubano y lo llevaran al
colapso para octubre de 1962.102 La ofensiva de aislamiento contra Cuba avanzó en enero de 1962 cuando los países americanos tomaron la decisión de excluirla de la OEA.
Como respuesta, a fines de junio de 1962, la Unión Soviética y Cuba tomaron la decisión de instalar misiles atómicos en Cuba, lo que entendían era el único modo de disuadir a Estados Unidos de invadir Cuba además de suponer para las relaciones soviético-estadounidenses un paso más en la Guerra Fría (en agosto de 1961 se había construido el muro de Berlín, en febrero de 1962 se había producido el novelesco intercambio de prisioneros consecuencia del caso del avión espía U-2, y proseguía la implicación estadounidense en el conflicto de Vietnam).
El Che Guevara tuvo una participación activa en la elaboración del
tratado entre la República de Cuba y la Unión Soviética, viajando allí a
finales de agosto para cerrarlo. El hecho llevaría a la llamada crisis de los misiles de Cuba que puso al mundo al borde de la guerra nuclear
y finalizaría con un dificultoso acuerdo entre Kennedy y Jruschov,
presionados ambos por los sectores belicistas de sus respectivos países,
por el cual Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba y retirar
los misiles que tenía instalados en Turquía apuntando a la Unión Soviética, y esta a retirar los misiles cubanos.104
El 4 de diciembre de 1962 el diario socialista británico Daily Worker
publicó una entrevista a Ernesto Guevara realizada por Sam Rusell. Allí
expresó crudamente su molestia por el acuerdo entre Kennedy y Jruschov
declarando:
Si los cohetes hubieran permanecido, los hubiéramos usado todos y dirigido hacia el corazón mismo de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión. Pero no los tenemos, así que pelearemos con lo que tenemos.
Internacionalización de la revolución
El Che Guevara siempre tuvo un pensamiento fuertemente internacionalista.
No solo era partidario de que se abrieran nuevas experiencias
guerrilleras en otras partes del mundo, sino que pensaba que solo
generalizando la lucha armada en América Latina, Asia y África sería posible derrotar al imperialismo. Guevara discrepaba abiertamente con la estrategia de coexistencia pacífica que proponía la Unión Soviética y él mismo se veía combatiendo en otras revoluciones.
Desde el mismo momento en que la Revolución cubana tomó el poder, el
Che comenzó a organizar y promover experiencias guerrilleras en América
Latina, destacándose las que se abrieron en Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Todas ellas fracasaron, pero en algunos casos sentaron las bases de futuros movimientos guerrilleros, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua y los Tupamaros en Uruguay.
Esta posición llevó a un fuerte enfrentamiento del Che Guevara con
los partidos comunistas de América Latina, que en general no aprobaban
la estrategia de lucha armada generalizada que aquel proponía.
En realidad el Che Guevara deseaba fervientemente iniciar la lucha armada en su país natal. En 1963, luego de un extenso entrenamiento en Cuba, envió a un grupo guerrillero a la Argentina. Estaba dirigido por Jorge Masetti, el periodista peronista
que había dirigido la agencia Prensa Latina y que debió renunciar a su
cargo debido a su enfrentamiento con el partido comunista cubano (PSP).
El grupo se instaló en la provincia de Salta, bajo el nombre de Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), con apoyos en Bolivia, Córdoba y Buenos Aires. Masetti llevaba el grado de Comandante Segundo, reservando el grado de Comandante Primero para Guevara. Luego de enviarle una carta al presidente democrático Arturo Illia
anunciando su decisión de iniciar la lucha armada, el grupo fue
sufriendo diferentes complicaciones que lo llevaron a un colapso
completo en 1964. Algunos de sus miembros murieron en combate, como el cubano Hermes Peña, uno de los hombres del círculo íntimo de Guevara; otros fueron detenidos y Masetti desapareció en la selva sin dejar rastro.
En ese contexto, en algún momento entre el 17 de marzo y el 17 de abril de 1964 el Che Guevara se reunió con Juan Domingo Perón en la casa que este último habitaba en su exilio en Madrid. El encuentro ha sido mantenido en el mayor de los secretos y solo ha podido conocerse recientemente.
El Che le entregó a Perón fondos para apoyar su retorno a la Argentina,
intento que fue impedido por el gobierno brasileño ese mismo año.107
Perón se habría comprometido a apoyar las iniciativas guerrilleras
contra las dictaduras latinoamericanas, cosa que efectivamente hizo
hasta 1973.
El fracaso guerrillero en la Argentina lo llevó a evaluar la
posibilidad de participar en otros lugares distintos de su país e
incluso otros continentes. En ese sentido, África comenzó a aparecer como una posibilidad adecuada.
El Che Guevara solía decirles a los futuros guerrilleros que se
entrenaban en Cuba para abrir nuevos focos revolucionarios una frase que
no solo impactaba fuertemente en quienes la recibían, sino que define
acabadamente la actitud que había asumido frente a la vida:
Hagan de cuenta que están muertos y que lo que viven de ahora en más es prestado.
República Democrática del Congo
A fines de 1964
el Che Guevara había decidido dejar el gobierno para encabezar el envío
de tropas cubanas a otros países con el fin de apoyar los movimientos
revolucionarios en marcha. África y en especial la República Democrática del Congo, donde Patrice Lumumba había sido asesinado en 1961 con participación de la CIA, y en la que una guerrilla rebelde apoyada desde Tanzania estaba actuando, le pareció una causa apropiada para intervenir. La República Democrática del Congo, ubicada en el centro del África y con fronteras con nueve países, se le aparecía al Che como un gigantesco «foco» desde el que se podría irradiar la revolución a todo el continente.
A principios de 1965
le escribió una famosa carta a Fidel Castro renunciando a todos sus
cargos y a la nacionalidad cubana y anunciando su partida hacia «nuevos
campos de batalla». Es en esa carta donde aparece, en la firma, la frase
«hasta la victoria siempre», ampliamente difundida desde
entonces. La carta fue leída por Castro durante el Primer Congreso del
Partido Comunista Cubano y retrasmitida a través de la televisión en
octubre de ese mismo año, causando una enorme sensación, tanto dentro
como fuera de Cuba (ver carta en Wikisource). Para entonces el Che Guevara había desaparecido de la vida pública y su paradero era desconocido.
El 19 de abril llegó bajo la identidad falsa de Ramón Benítez a la ciudad de Dar es Salaam en Tanzania, presidida entonces por el líder anticolonialista Julius Nyerere,
desde donde se organizaría el apoyo cubano a los rebeldes congoleños.
Cuba había decidido apoyar la lucha del Comité Nacional de Liberación
(CNL) del Congo. El año anterior, el CNL había logrado establecer por
pocos meses, una «zona liberada» bajo el nombre de República Popular del
Congo, con capital en Stanleyville (hoy Kisangani) y en ese momento mantenía un gobierno en el exilio dirigido por Cristophe Gbenye y luchaba por mantener el control sobre una amplia zona en la región oriental del país, en la frontera con Tanzania y Burundi, sobre el lago Tanganika. El Che Guevara mantuvo contacto directo con Laurent-Désiré Kabila, por entonces un líder militar de segundo rango.
El Che se presentó a combatir en el Congo sin previo aviso a ninguno
de los líderes rebeldes, acto que fue mal recibido por estos, por las
implicancias internacionales. Por otra parte, Guevara se instalaría en
la zona de combate, mientras que los líderes militares congoleños casi
no iban al frente de batalla y permanecían la mayor parte del tiempo en
la ciudad de Dar es Salaam, en Tanzania.
La participación cubana en la rebelión congoleña fue una experiencia
desastrosa. Los cuadernos redactados por Guevara comienzan con la
siguiente frase:
Esta es la historia de un fracaso.
La falta de conocimiento del idioma suajili
y las costumbres, las múltiples fracciones internas y externas de los
grupos revolucionarios, la desorganización y falta de disciplina de las
tropas, y finalmente el cese del apoyo de Tanzania, llevaron a una
derrota tras otra. De ese modo, el Che, al mando de 120 cubanos, entre
ellos algunos de su círculo íntimo, como Carlos Coello (Tuma) y Harry Villegas (Pombo),
se vio obligado a ordenar una retirada de emergencia cuando el Ejército
de Liberación del Congo decidió abandonar la lucha y las tropas de mercenarios
blancos que apoyaban al gobierno habían ocupado la mayor parte de la
«zona liberada» y se disponían a tomar la base y hacerlos prisioneros.
Durante la campaña, que duró nueve meses, murieron seis guerrilleros
cubanos y, finalmente tras el abandono de la lucha por parte de los
congoleños, Guevara debió retirarse en una situación que calificó de
vergonzosa el 20 de noviembre de 1965. Él mismo le envió un mensaje a Nyerere quejándose por el cese del apoyo de Tanzania que decía:
Cuba ofreció ayuda sujeta a la aprobación de Tanzania, esta aceptó y la ayuda se hizo efectiva. Era sin condiciones ni límites de tiempo. Comprendemos las dificultades de Tanzania hoy, pero no estamos de acuerdo con sus planteamientos. Cuba no retrocede de sus compromisos ni puede aceptar una fuga vergonzosa dejando al hermano en desgracia a merced de los mercenarios.110
En una de sus últimas anotaciones en los cuadernos del Congo dice:
No hubo un solo rasgo de grandeza en esa retirada.
Tres días después de que Guevara abandonara el Congo Joseph Mobutu tomaba el poder mediante un golpe de Estado instalando una dictadura que duraría treinta años. En 1996, Laurent-Désiré Kabila, el líder guerrillero al que asesorara el Che en el Congo, conduciría una rebelión armada que lo llevaría a derrocar a Mobutu.
*Fuente en francés sobre la actuación del Che Guevara en el Congo: Le Che au Congo en 1965 (par Jean-Luc Chavanieux)
Entre África y Bolivia
Tras la retirada del Congo, el Che se ocultó varias semanas en la embajada cubana en Tanzania donde aprovechó para escribir su memoria de la fracasada experiencia, que luego se publicaría en 1999 como Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo.
Con posterioridad se trasladó a Praga
donde permaneció por cinco meses en una casa de seguridad del servicio
secreto cubano. Se trata de uno de los períodos menos conocidos de su
vida en los que analizó sus próximos pasos que lo llevarían a iniciar la
acción guerrillera en Bolivia.
Algunos de sus biógrafos consideran que es altamente probable que haya
estudiado y escrito mucho, pero hasta 2006 no había certeza de que
existan los supuestos cuadernos de Praga.111 Sin embargo, de este período datan las anotaciones y comentarios al manual oficial soviético sobre Economía política, con gran variedad de críticas y reformulaciones del llamado socialismo científico. Estos textos fueron considerados una herejía y aún permanecen en su mayor parte inéditos.
Tras analizar varias opciones, el Che Guevara, con apoyo de Fidel Castro, decidió establecer un foco guerrillero en Bolivia, un país que, estando en el corazón de Sudamérica, y limitando con Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay, permitía extender con facilidad la guerra de guerrillas a todo el subcontinente, sobre todo a su país natal.
El 21 de julio de 1966 el Che volvió secretamente a Cuba. Allí se reunió con Fidel Castro, su esposa, Orlando Borrego y el grupo de guerrilleros que lo acompañaría a Bolivia. El 2 de noviembre, sin revelar su identidad, vio por última vez a sus hijos, con excepción de Hildita, la mayor, debido a que podría reconocerlo.
Bolivia
En 1966 Bolivia estaba gobernada por una dictadura militar dirigida por el General René Barrientos, que había derrocado al Presidente Víctor Paz Estenssoro y puesto fin a la Revolución de 1952, de tendencia nacionalista-popular, impulsada por el MNR.
El 7 de noviembre de 1966, día en que comienza su Diario de Bolivia, Ernesto Guevara se instaló en una zona montañosa y selvática ubicada cerca del río Ñancahuazú, en el sudeste del país, donde las últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes se unen con la región del Gran Chaco.
El grupo guerrillero estable estaba integrado por 16 cubanos, entre ellos muchos de los hombres de su círculo íntimo, 26 bolivianos, 3 peruanos y 2 argentinos.116
En total 47 combatientes, de los cuales Tania era la única mujer,
aunque en el grupo de apoyo desempeñó también un importante papel Loyola Guzmán quien resultó detenida y torturada. Tomaron el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN) con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú.
El 11 de marzo de 1967 dos desertores fueron detenidos poniendo sobre aviso al gobierno, que, ese mismo día, solicitó la cooperación de Estados Unidos y organizó un sistema de inteligencia coordinado con Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay.
El 23 de marzo
comenzaron los enfrentamientos armados: el ELN copó a una unidad
militar y mató a siete soldados. Poco después dejaron el campamento para
escapar del cerco que comenzó a formar el ejército boliviano. El 3 de abril Guevara dividió sus fuerzas, poniendo a Juan Acuña Nuñez (Vilo» o «Joaquín) al mando de la segunda columna. Ambos grupos se perdieron y no volverían a encontrarse.
En sucesivas escaramuzas fueron muriendo sus hombres: Jesús Suárez Gayol, Jorge Vázquez Viaña (Loro), a quien dieron por desaparecido, y Eliseo Reyes, que lo acompañaba desde Sierra Maestra.
El 20 de abril el ELN sufrió un duro golpe al ser capturados dos miembros de la red de apoyo, Régis Debray y Ciro Bustos,
cuando intentaban dejar la zona. Ambos fueron torturados y terminaron
brindando información clave. Los actos de Debray y Bustos, bajo tortura,
como también, por otro lado, la inacción de Mario Monje, secretario general del Partido Comunista de Bolivia, que debió haber ofrecido apoyo logístico, han sido muy discutidos.
En ese momento escribió su Mensaje a los Pueblos del Mundo que
fue leído en la reunión de la Tricontinental (Asia, África y América
Latina), y que contiene sus afirmaciones más radicales y contundentes,
proponiendo una guerra mundial abierta contra Estados Unidos, en clara
contradicción con la «coexistencia pacífica» que sostenía por entonces
la Unión Soviética y los partidos comunistas latinoamericanos dentro del
marco conceptual de la Guerra Fría. Guevara encabezó ese documento con una de sus frases más recordadas:
Crear dos, tres... muchos Vietnam, es la consigna.
El texto del documento está referido a las guerras limitadas que se
generaron en todos los continentes desde el fin de la Segunda Guerra
Mundial, señalando la extrema crueldad que los Estados Unidos estaba
aplicando en Vietnam
y cómo, a pesar de que el pueblo vietnamita estaba luchando solo, la
superpotencia estadounidense se encontraba «empantanada». Guevara
concluye entonces que el imperialismo utiliza la guerra como chantaje y
que la respuesta de los pueblos debería ser no temer la guerra. El Che
continúa diciendo en el documento que, bajo la consigna «no permitiremos
otra Cuba», los Estados Unidos estaban afirmando que estaban dispuestos
a una cruenta intervención generalizada con el fin de evitarlo. Analiza
luego las intervenciones en cada continente, para concluir que en
América Latina estaba madurando una rebelión, que adquiriría carácter
continental. Guevara advierte entonces que la liberación no sería
permitida por Estados Unidos pacíficamente, y que no había que hacerse
ilusiones, ya que se trataría de una guerra larga, en la que «la
represión irá buscando víctimas fáciles», masacrando a la población
campesina o bombardeando ciudades. Debido entonces que los pueblos eran
empujados a la lucha, no había más remedio que prepararse para ella.
Sostiene que las oligarquías utilizarían «toda la capacidad de
represión, toda la capacidad de brutalidad y demagogia», y que la
primera tarea sería sobrevivir y prepararse espiritualmente para
«resistir represiones más violentas». Propone entonces recurrir al odio
como «factor de lucha» para soportar esas agresiones y poder «galvanizar
el espíritu nacional», sosteniendo que «un pueblo sin odio no puede
triunfar sobre un enemigo brutal». Advierte entonces que luego, habrá
que llevar la guerra también a los países agresores, y que seguramente
eso los haría más bestiales pero también minaría su moral. Y termina
sosteniendo que todas las luchas populares del mundo deberían unirse:
«Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un
clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género
humano: los Estados Unidos de Norteamérica».
En junio y julio de 1967, el ELN perdió siete hombres más: Casildo Condori, Antonio Sánchez Díaz, Carlos Coello (Tuma), Julio Velazco, Serapio Aquino, Raúl Quispaya y Martínez Tamayo (Papi).
El 1 de agosto de 1967, la CIA envió dos agentes para sumarse a la caza del Che Guevara: los cubano-estadounidenses Gustavo Villoldo y Félix Ismael Rodríguez. El 31 de agosto de 1967, el ejército emboscó a la segunda columna en Vado del Yeso, cuando cruzaban el río, resultando que todos excepto uno morirían: Vilo Acuña, Tamara Bunke, Apolinar Aquino, Walter Arencibia, Moisés Guevara, Gustavo Machín, Freddy Maymura, Israel Reyes y Restituto Cabrera. Sus cuerpos fueron expuestos primero como trofeos, y luego enterrados clandestinamente. Después de dar un gran rodeo y tomar Samaipata por una horas, la primera columna había quedado aislada y con la salida hacia el Río Grande bloqueada, lo que los obligó a subir la montaña en dirección a La Higuera. El 26 de septiembre entraron al pequeño caserío de La Higuera y, al salir, la vanguardia fue emboscada, muriendo tres de ellos (Coco Peredo, Mario Gutiérrez y Manuel Hernández).
Los 17 supervivientes escaparon trepando aún más y el 7 de octubre comenzaron a bajar hacia el río. Esa noche Ernesto Guevara hizo la última anotación en su diario:
OCTUBRE 7. Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12.30 hora en que una vieja, pastoreando sus chivas entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Sólo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas 2 de Pucará. A las 17.30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. Salimos los 17 con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos, que no tiene casas cerca, pero sí sembradíos de papa regados por acequias del mismo arroyo. A las 2 paramos a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. El Chino se convierte en una verdadera carga cuando hay que caminar de noche.
El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el río Acero y el Oro.
La noticia parece diversionista. h-2,000 ms.
El 8 de octubre fueron sorprendidos en la Quebrada del Churo.
El Che Guevara ordenó dividir el grupo en dos, enviando a los enfermos
delante y quedándose con el resto a enfrentarse a las tropas del
gobierno. Harry Villegas (Pombo), uno de los cinco sobrevivientes, cuenta así ese momento crítico:
Yo pienso que él pudo escapar. Pero traía un grupo de gente enferma que no se podía desplazar a la misma velocidad que él. Cuando el ejército comienza la persecución, decide pararse y dice a los enfermos que sigan. Entretanto el cerco se va cerrando. Sin embargo, los enfermos logran salir. O sea, el enemigo fue más lento que los enfermos. A los que venían en la persecución directa, el Che los aguanta. Cuando él va a continuar, el cerco se cerró y entonces se produce el enfrentamiento directo. Pero si él hubiese salido con los enfermos, se habría salvado.120
Transcurridas tres horas de combate, Guevara resultó herido levemente en una pierna y capturado con Simeón Cuba (Willy), mientras que tres de sus hombres perdieron la vida: Rene Martínez Tamayo, Orlando Pantoja (Olo) y Aniceto Reinaga. Alberto Fernández Montes de Oca fue malherido y murió al día siguiente. También al día siguiente sería capturado Juan Pablo Chang (el Chino). Otros cuatro guerrilleros fueron perseguidos y murieron en el Combate de Cajones, cuatro días después: Octavio de la Concepción de la Pedraja (Moro), Francisco Huanca (Pablo), Lucio Garvan (Eustaquio) y Jaime Arana (Chapaco).
Los seis guerrilleros que iban delante, Harry Villegas (Pombo), Dariel Alarcón (Benigno), Leonardo Tamayo (Urbano), Inti Peredo, David Adriazola (Darío) y Julio Méndez Korne (Ñato)
lograron escapar. El ejército los persiguió abatiendo a Ñato, pero los
cinco restantes lograron finalmente salir de Bolivia hacia Chile.
Su muerte
En el combate de Quebrada del Churo, Guevara fue herido de bala en su pierna izquierda, hecho prisionero junto con Simeón Cuba (Willy) y trasladado a La Higuera
donde fueron recluidos en la escuela, en aulas separadas. Allí
colocarían también los cadáveres de los guerrilleros muertos y también
sería recluido al día siguiente, Juan Pablo Chang. Entre las pertenencias requisadas por los militares estaba el Diario que el Che llevaba en Bolivia.
El 9 de octubre
por la mañana el gobierno de Bolivia anunció que Ernesto Guevara había
muerto en combate el día anterior. Simultáneamente llegaron el coronel
Joaquín Zenteno Anaya y el agente de la CIA Félix Rodríguez. Poco
después del mediodía el presidente Barrientos dio la orden de ejecutar
al Che Guevara. Existen dudas y versiones contradictorias sobre el grado
de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos,121 pero lo cierto es que, tal como está registrado en el propio informe secreto de Félix Rodríguez, la CIA
estaba presente en el lugar. Fue el agente Rodríguez quien recibió la
orden de fusilar a Guevara y quien la transmitió a los oficiales
bolivianos, así como fue él también quien le comunicó al Che Guevara que
sería fusilado.122 Antes del fusilamiento Félix Rodríguez
lo interrogó y lo sacó del aula para tomarle varias fotografías, las
últimas en las que aparece con vida. El propio Rodríguez relata ese
momento de este modo:
Salí de la habitación, aquello estaba lleno de soldados afuera. Me dirigí al Sargento Terán que sabía que estaba siendo de ejecutor de todo eso. Le dije, sargento hay instrucciones de su gobierno de eliminar al prisionero. Me puse la mano al nivel de la barbilla. No le tire de aquí para arriba, tírele de aquí para abajo pues se supone que este hombre haya muerto de heridas en combate. Sí mi capitán, sí mi capitán dijo. Era aproximadamente la una de la tarde de Bolivia. De ahí entonces me retire al lugar avanzado donde yo había fotografiado el diario y a la una y diez aproximadamente escuche una ráfaga pequeña.
Mandé a Teran que efectuara la orden. Le dije que debía dispararle [al Che] bajo el cuello ya que así podríamos probar que había sido muerto en combate. Teran pidió un fusil y entró a la sala con dos soldados: cuando escuché los disparos anoté en mi cuaderno 1:10 pm, 9 de octubre de 1967.
Entrevista de Félix Ismael Rodríguez a Claudio Gatti
Poco antes Simeón Cuba y Juan Pablo Chang habían corrido la misma suerte. En 1977 la revista Paris Match entrevistó a Mario Terán quien relató del siguiente modo los últimos instantes del Che Guevara:
Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: «¿Qué han dicho los otros?». Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: «¡Eran unos valientes!». Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. «¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!». Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto.
Curiosamente serían médicos cubanos quienes en 2007 devolverían la vista a Terán, en el marco de una de las campañas de solidaridad con el gobierno boliviano de Evo Morales; la noticia se dio a conocer por el periódico oficial Granma en el aniversario de la muerte de Guevara que decía;
Mario Terán intentará con su crimen destruir un sueño y una idea, el ‘Che vuelve’ a ganar otro combate. Y continúa en campaña.
El hijo de Terán pidió al periódico de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra que se publicara una nota de agradecimiento a los médicos cubanos por la labor realizada.
Sus restos
La tarde del 9 de octubre de 1967, el cuerpo del Che Guevara fue llevado en helicóptero a Vallegrande
y fue colocado en el lavadero del hospital Nuestro Señor de Malta,
donde permaneció en exhibición pública durante ese día y todo el día
siguiente, introduciéndosele gran cantidad de formaldehído para evitar la descomposición.
Cientos de personas (soldados, pobladores, curiosos, periodistas)
concurrieron a ver el cuerpo. Hay gran cantidad de fotos de esos
momentos, en las que el Che aparece con los ojos abiertos. Las monjas
del hospital y las mujeres de la villa señalaron su parecido con Jesucristo y le cortaron mechones de cabello para preservarlos como talismanes.1
Los soldados y funcionarios se quedaron con cosas que llevaba el Che al
morir. Debido a que ya estaba decidido que se haría desaparecer el
cuerpo del Che Guevara, como el del resto de los guerrilleros, la noche
del 10 de octubre se le cortaron las manos al cadáver para conservarlas como prueba de la muerte.
Existen diversas versiones sobre el destino final del cadáver. El General Juan José Torres declaró que el cuerpo había sido cremado, mientras que el General Alfredo Ovando afirmó lo contrario. Hay consenso entre los militares bolivianos presentes en el lugar de que la orden de cremación
fue real pero que no pudo ser ejecutada por carecer de los medios
adecuados, y también para evitar una eventual reacción negativa de la
población debido al hecho de que en Bolivia la cremación era ilegal. También existía cierto consenso en que el cadáver del Che había sido enterrado en la madrugada del 11 de octubre por el teniente coronel Selich, en una fosa diferente de los otros seis guerrilleros.
Búsqueda y hallazgo del cuerpo
Desde el mismo año de su muerte el gobierno cubano comenzó la
investigación tendente al hallazgo de los restos del Che Guevara y sus
compañeros, sin mayores resultados. En 1995 viajó a Bolivia el doctor
Jorge González Pérez, entonces director del Instituto de Medicina Legal de Cuba, dando inicio al proceso que los encontraría en 1997.
Entre diciembre de 1995 y marzo de 1996, se habían hallado los restos
de cuatro compañeros de Guevara que habían muerto en el combate del 14 de octubre de 1967 en Cajones. Estos fueron, Jaime Arana Campero, Octavio de la Concepción de la Pedraja, Lucio Edilverto Garvan Hidalgo y Francisco Huanca Flores.
La investigación tenía como objetivo la recuperación de todos los
guerrilleros caídos. De los 36 cadáveres 23 estaban enterrados en Valle
Grande y 13 en otras zonas.
El 28 de junio de 1997,
gracias a las declaraciones el General retirado Mario Vargas Salinas y
las presiones internacionales que llevaron al gobierno boliviano de
Gonzalo Sánchez a autorizar el inicio de investigaciones, un equipo de
científicos cubanos encontró en Valle Grande siete cuerpos enterrados
clandestinamente en una sola fosa común, e identificaron entre ellos,
con apoyo del Equipo Argentino de Antropología Forense, que fue el primer grupo que llegó el 29 de noviembre de 1995, al de Ernesto Guevara y los de seis de sus hombres, Alberto Fernández Montes de Oca (Pacho), René Martínez Tamayo (Arturo), Orlando Pantoja Tamayo (Olo), Aniceto Reinaga (Aniceto), Simeón Cuba (Willy) y Juan Pablo Chang (El Chino).
El cadáver, de acuerdo con el informe del equipo, carecía de manos, registraba un alto contenido de formaldehído,
y llevaba ropa y elementos compatibles con los que se supone que tenía
al momento de ser enterrado (se encontró cubierto con una chaqueta que
en uno de los bolsillos tenía una bolsa con picadura de tabaco de pipa).
El antropólogo Héctor Soto realizó el examen físico que mediante la
definición de los rasgos frontales identificó a Guevara.
Sin embargo, algunos analistas afirman que el cuerpo no es el del Che,
ya que existen contradicciones insalvables entre el informe y la
autopsia que se practicó al cadáver en 1967.
El 12 de julio de 1997 los presuntos restos fueron llevados a Cuba, donde fueron recibidos por una multitud para ser sepultados en Santa Clara
en el Memorial de Ernesto Guevara donde se encuentran actualmente los
restos de la mayoría de los guerrilleros que le acompañaron en su
expedición.
Pensamiento
El Che Guevara desarrolló una serie de ideas y conceptos que se han conocido como «guevarismo». Su pensamiento tomaba el antimperialismo, el marxismo y el comunismo como elementos de base, pero con reflexiones sobre la forma de realizar una revolución y crear una sociedad socialista que le dieron identidad propia.
Guevara otorgaba un papel fundamental a la lucha armada. A partir de su propia experiencia desarrolló toda una teoría sobre la guerrilla que ha sido definida como foquismo. Para él, cuando en un país existían «condiciones objetivas» para una revolución, un pequeño «foco» guerrillero podía crear las «condiciones subjetivas» y desencadenar un alzamiento general de la población.
Para el Che existía un vínculo estrecho entre la guerrilla, los campesinos y la reforma agraria. Esta posición diferenció su pensamiento del socialismo europeo o soviético, más relacionado con la importancia de la clase obrera industrial, y lo acercó a las ideas maoístas. Su libro La guerra de guerrillas es un manual donde se exponen las tácticas y estrategias usadas en la guerrilla cubana.
Otorgaba un rol fundamental a la ética
individual, tanto del guerrillero durante la revolución, como del
ciudadano en la sociedad socialista. Este aspecto lo desarrolló bajo el
concepto del «hombre nuevo socialista», al que veía como un individuo
fuertemente movido por una ética personal que lo impulsa a la solidaridad y al bien común sin necesidad de incentivos materiales para ello. En este sentido Guevara otorgaba un valor central al trabajo voluntario al que veía como la actividad fundamental para formar al «hombre nuevo».
Matrimonios e hijos
Ernesto Guevara se casó dos veces y tuvo seis hijos.
Su primer matrimonio fue con Hilda Gadea (1925, Perú - La Habana,1974) el 18 de agosto de 1955, en México. Hilda Gadea era una economista y dirigente peruana del APRA
a quien Guevara conoció en Guatemala. Juntos tuvieron una hija, Hilda
Beatriz Guevara Gadea (15 de febrero de 1956 - 1995). Hilda Beatriz tuvo
un hijo (nieto del Che) Canek Sánchez Guevara, filósofo anarquista
Ernesto Guevara se divorció de Hilda Gadea en 1959. Después de la
Revolución cubana, Hilda se instaló en Cuba donde desempeñó altos
cargos. Escribió un libro sobre su ex esposo con el título de Che Guevara: los años decisivos (México: Aguilar Editor, 1972).
Su segundo matrimonio fue con Aleida March Torres (n. 1936) el 9 de junio de 1959, en La Habana. Aleida March era una militante cubana del Movimiento 26 de Julio de la provincia de Las Villas a quien Guevara conoció en 1958 cuando desarrollaba su ofensiva final sobre el régimen de Batista, poco antes de la batalla de Santa Clara. Juntos tuvieron cuatro hijos:
- Aleida Guevara March, nacida el 17 de noviembre de 1960,
- Camilo Guevara March, nacido el 20 de mayo de 1962,
- Celia Guevara March, nacida el 14 de junio de 1963, y
- Ernesto Guevara March, nacido el 24 de febrero de 1965
Aleida March preside el Centro de Estudios Che Guevara, ubicado en la casa que compartieron en La Habana.
Según Jorge Castañeda, Ernesto Guevara tuvo también un hijo fruto de una relación extramatrimonial con Lidia Rosa López:
- Omar Pérez, nacido el 19 de marzo de 1964
Aunque no fue reconocido, Ernesto Guevara habría elegido su nombre.
Fuentes:
Wikipedia
Secretos de Cuba
YouTube
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