Amigos invisibles. Como quiera que con la figura humana de Simón Bolívar
se ha querido desdibujar la realidad acaecida para transformarla en
mito, con lo que esperan obtener beneficios populistas los forajidos
caudillos que se aprovechan de la debilidad histórica por haberla
deformado en propio beneficio, con conocimiento de causa debido a los
estudios que tengo sobre este aspecto cumbre bolivariano, vengo hoy a
despertar conciencia e interés en este sentido, para denunciar ante el
mundo la falsaria manipulación que se hace sobre el tema, con el
martilleo constante de ciertos pareceres repetidos hasta el cansancio a
fin de confundir en lo acaecido sobre la vida y misterios del
superhombre polémico hispano, latino, afro, mestizoamericano y como
quiera usted interpretarlo, pero que bien reflejan el testimonio de una
época, difícil por cierto, que desemboca con agravantes en la que a
plena luz estamos viviendo.
Resulta pues, de lo que se desprende, que el caraqueño Don
Simón no fue un santo de altar desde su propia infancia, dados los
arrestos particulares que en ciertos momentos demostró y que por ser lo
que fue, desde luego que iba a tener amigos y enemigos también, como
forma de contrarrestar su valer y por aquello de la competencia que en
toda instancia de su vida le aparece a quienes se destacan. Eso es cosa
común en la humanidad, de donde partiremos de la premisa que Bolívar no
era inmaculado, que tuvo muchos enemigos en su tránsito vital y aún
después de muerto, y que en bastantes ocasiones debió salvar la
existencia por cosas fortuitas como el amor, o porque ese día no había
llegado ni su hora para morir. Como el tema es extenso y en parte ocupa
un libro que he terminado, dentro de una síntesis necesaria me voy a
concretar en los sucesos más resaltantes de estos atentados, dejando
para otras ocasiones referirme a lo nimio o bastante subjetivo en estos
aconteceres que demuestran desde luego lo difícil que resultaba ocupar
el sitial a que llegó Don Simón, porque muchas veces parecía estar
muerto.
En el presente escenario no voy sino a referirme de una
manera escueta y alejada de términos literarios a tales hechos, en
sucesión continua, que ustedes sabrán amalgamar con sus secuelas y que
numerados para entrar en acción son los siguientes:
1) EL
CASO DE LA HACIENDA EN YARE, ocurrido en septiembre de 1807, frisando
los 24 años de edad, en un pleito de linderos cerca de Caracas, donde el
furibundo oponente doctor Antonio Nicolás Briceño sacó pistolas a
relucir y dispara tres veces contra el caraqueño, sin que en ninguna
oportunidad haya tocado el cuerpo del sortario Don Simón. Sobre este
hecho lamentable se abrió el juicio penal respectivo, que se detuvo
definitivamente por los acontecimientos libertarios de 1810.
2) INTENTOS
DE ASESINATO EN PUERTO CABELLO. Tuvieron ocasión en Puerto Cabello
(Venezuela) a principios de julio de 1812 ante el desastre de la caída
de ese importante puerto militar en manos españolas, de lo que por
culpable se increpa a Bolívar (y Juan Conejo trama matarlo), mientras
que el capitán de milicias Domingo de Taborda lleno de ira y con dos
asistentes a tal acto que sucedió en el Cabildo citadino, desenvaina su espada “para atentar contra Bolívar”, lo que pudo contener
en tal decisión muchos de los presentes que impidieron tan bochornoso
acto.
4) CONSPIRACIONES
ENTRE SUS ALLEGADOS. Luego de perdida la llamada Segunda República
(1814), a partir de ese momento histórico se desatan una serie de
enemistades solapadas entre sus íntimos oficiales que quieren eliminarlo
del mapa del conflicto, alegando desde luego y por diferentes motivos
que el causante de tales males acaecidos era el propio Bolívar, de donde
aspiraban a toda costa y por su incompetencia, don de mando
parcializado y testarudez, entre otras opiniones discutidas en corrillos
íntimos, que debía desaparecer para siempre, e incluso que se debía
dividir el país en dos repúblicas. Entre los agitadores de estas ideas
absurdas y extremas se hallaban capitaneando a los insubordinados los
margariteños Antonio Mariño y Juan Bautista Arismendi, el casi
carupanero José Francisco Bermúdez, su pariente Manuel Carlos Piar y el
tío político José Félix Ribas, quienes “atentaron en varias
oportunidades contra la vida de Bolívar”.
5) ATENTADOS
EN CARÚPANO DE VENEZUELA. Acaecieron uno a principios de septiembre de
1814, cuando Bolívar se escapa de la prisión de ese puerto para abordar
un barco salvador, mientras el general Bermúdez y José Félix Ribas
indignados lo persiguen con fines aviesos, lo que se evita al poder
montar y presuroso sobre tal velero. Luego el general Piar también quiso
matarlo en el mismo puerto, y se salvó porque en la tentativa del
homicidio no lo encuentra donde lo habían señalado.
6) INTENTOS
DE JAMAICA. Dos intentos previos de asesinato ocurren en Jamaica,
reseñados en el periódico “Royal Gazette”, hechos “por algunos de los
españoles de la más baja ralea”, según se escribe, por lo que el
Libertador resuelve viajar a Haití.
7) INTENTO
GRAVE EN KINGSTON. En la noche del 9 al l0 de diciembre de 1815 el
esclavo Pío, alias Beto, en dicha capital de Jamaica y sobornado con
dinero caraqueño de Salvador Moxó, atenta contra su amo, donde
creyéndole dormido en la hamaca que utilizaba asesta dos puñaladas
mortales al venezolano Félix Amestoy, que allí entonces reposa. Cuatro
días después de su confesión, fue ahorcado.
8)RETO
A CRUZAR ESPADAS EN LOS CAYOS HAITIANOS. Ocurrido en marzo de 1816, por
serias desobediencias tenidas con el violento e intrigante oficial
Mariano Montilla Padrón, quien lo tilda de “cobarde, fracasado e
inexperto”, lo que en último momento es impedido por intervención de
terceros. También en dicho lugar y en hora menguada de Bolívar el
corsario Luis Aury en secreto trama un intento de asesinato contra el
caraqueño, que por buenas se descubre a tiempo.
9)INTENTOS
OCURRIDOS EN GÜIRIA. En el puerto oriental venezolano de Guiria, en
agosto de 1816 y azuzado por el general Mariño, el general Bermúdez
creyéndose desairado en su honor y enfurecido luego de una discusión
tremenda atenta contra la flaca humanidad de Bolívar, sable en mano para
herirle de muerte, deteniendo su carrera a la fuerza varios amigos
mientras Simón aborda sin respiro el barco corsario de José Bianchi,
allí surto, “en el último intento de su muerte”.
10)ATENTADO
EN QUIAMARE. Ocurre el 23 de marzo de 1827, al Sur de Barcelona, en
Venezuela, cuando el pardo José Alemán y su guerrilla, azuzado por el
general Mariño y en cuenta de su situación, en un descuido trata de
atentar contra la vida de Bolívar, con los oficiales que le rodean,
situación grave que es descubierta minutos antes por el Ayudante de
Bolívar coronel Francisco Vicente Parejo, para así mediante las armas
eludir este peligro.
11) EL
RINCÓN DE LOS TOROS. En dicho sitio del estado Guárico (Venezuela), en
la noche del 16 de abril de 1818, nueve realistas dirigidos por Tomás
Renovales y equivocando al general Francisco de Paula Santander irrumpen
esa madrugada en sitio exacto y disparan contra la hamaca donde dormía
Bolívar, perforándola en tres oportunidades. Bolívar se salva entonces
semidesnudo y corriendo a campo traviesa, en la oscuridad de la noche.
12) LO
OCURRIDO EN EL PERUANO Y NORTEÑO PIURA. En junio de 1824 en dicha
ciudad, Bolívar tuvo conocimiento que desde Lima se había enviado un
individuo con la misión de asesinarlo y cuyas señales fisonómicas fueron
acompañadas, “bocón, algo ñato y picado de viruelas”, al que se
consideró chileno. Buscado hasta en Huaraz, donde se le había visto,
desapareció repentinamente. Pero pronto en el mismo Piura se detuvo un
sujeto con iguales características, de nombre Juan Avilés, llevándosele a
juicio, “sin conocer la suerte final corrida por Avilés”, presumiéndose
por acasos de la guerra emprendida.
13) INTENTO
DE ASESINATO EN POTOSÍ. Ocurrido en aquella altura boliviana a
principios de octubre de 1825 y salvado por una confidencia de la amante
María Joaquina Costas, madre de su hijo Don Pepe, cuando le susurra en
el oído que el oficial español teniente León Gandarias maquina
asesinarlo con puñal magnicida mientras duerme en el palacio que habita.
Detenido en el intento, y luego de súplicas a favor y provenientes de
Maria Joaquina, por ser familiar cercano del detenido, dicho oficial fue
expulsado del país, para siempre.
14)EL
CASO DE HUAMACHUCO. En el norte del Perú y oriente de Trujillo, donde
permanece por un tiempo el caraqueño, al Cuartel General de Bolívar se
presentó un Sargento Mayor, oriundo de Chile, de quien se conoce pronto
por informes recabados en contrainteligencia que iba para matar a
Bolívar, enviado en este caso por un importante Jefe del Ejército. En
tal conocimiento Bolívar se hace el desentendido y sigue tratándolo ojo
avizor pero “con bondad y dulzura”, para luego usando la diplomacia
destinarlo a un puesto de Comandante de armas bastante alejado y
neutralizando así su intención homicida, sin llegar al escándalo, lo que
en detalles comunica el caraqueño al payanés general Manuel Antonio
López, y este lo deja escrito en su libro “Recuerdos Históricos”, para
la posteridad.
16) INTENTO
EN FONTIBÓN. En su vuelta de las Campañas del Sur y en esta ciudad
situada en los aledaños de Bogotá, el 14 de noviembre de 1826, pudo
haber ocurrido su muerte así dispuesta cuando un grupo de notables lo
reciben con pistolas cargadas, para proceder en contra si el Libertador
se pronunciaba allí con propósitos centralistas autoritarios, lo que
por fortuna no ocurrió, salvando así la vida.
17)INFORME
DESDE PUERTO CABELLO. Es lo que hace Bolívar en carta dirigida desde
allí al general José Antonio Páez, para poner en su conocimiento que
“había tramas secretas contra su vida”. Sobre estas tramas para
asesinarlo el general Santander el 30 de octubre de 1828 y mediante
confesión escrita expresa que no estuvo de acuerdo con su muerte “el día
6 de enero de dicho año” (1827).
18) POR
LA CONVENCIÓN DE OCAÑA. Como consecuencia de esta Convención se piensa
nuevamente en el asesinato del Libertador, por obra de un grupo de
santanderistas y alumnos bartolinos, a llevar a cabo en Bucaramanga,
donde permanece Don Simón. Mediante confidencias recogidas, O’Leary y
Briceño Méndez comunican de ello a Bolívar, quien toma medidas
oportunas, pues se enviaría desde Ocaña a un oficial hasta Bucaramanga,
para cometer el magnicidio, si la constitución debatida fuese aprobada
según el proyecto centralista bolivariano, todo lo cual comentó Bolívar
con su biógrafo Peru de Lacroix.
19) EL
ATENTADO SEPTEMBRINO Y ALGUNOS MENORES. Además de otros intentos de
acabar con la vida de Bolívar, como “cuando S.E, venía de Cartagena”,
según lo confiesa el propio Santander, a causa de la nueva dictadura
bolivariana suceden varios episodios a muerte y en forma de cascada,
porque el caraqueño –muchos aseveran- es el centro de los males de
Colombia. Así, el primero sucede el 7 de agosto de 1828, aniversario de
la batalla de Boyacá, a la salida del entonces Teatro Coliseo, que sí es
llevado a cabo con arma blanca pero en estado de frustración debido a
la rápida actividad de doña Manuela Sáenz, quien con la mascarada
tragicómica que realiza en el lugar impide tan vil asesinato. El
segundo, para efectuar hacia la medianoche del 10 de agosto, en un
formal baile de máscaras, por alguien disfrazado de conquistador
español, con puñal aleve y l2 comprometidos en la intentona. El tercero,
para ultimarlo casa del representante diplomático mejicano, el 15 de
septiembre, lo que queda apenas en proyecto. El cuarto, según escribe el
colombiano Gutiérrez, con ocasión de una fiesta a ocurrir en Bosa,
cerca de Bogotá, hecho criminal que estuvo casi a punto de darse. El
quinto, a suceder cerca de Soacha el 20 de septiembre, en las afueras de
la capital, mediante cinco conjurados listos para emprender la marcha
en el atentado, lo que se detiene in extremis por orden de Santander,
esperando una mejor oportunidad. El sexto, a efectuarse en el Teatro del
Colegio San Bartolomé bogotano por los llamados “bartolinos”,
furibundos enemigos, que queda en simple ensayo. Y el séptimo, el más
grave y consumado, que tuvo en vilo la vida de Bolívar, acaecido en la
noche del 25 de septiembre de 1828 con 38 partícipes directos y 59
implicados, con 14 condenados a muerte, enorme complot que liderara el
general Santander, principal enemigo de Bolívar en Colombia, y de lo que
se salva Don Simón gracias a la valentía de Manuela Sáenz. En otra
oportunidad ampliaré este tema para un conocimiento bastante aproximado
de esos hechos.
20) EL
FINAL DE SANTA MARTA. Hemos llegado al borde, con el final de Bolívar.
Causa horror esta cadena de atentados, de lo que puede usted sacar
alguna conclusión. Solo, atormentándose por los recuerdos, rodeado en su
mayoría de enemigos, tanto en Colombia como en Venezuela, donde incluso
quieren hacerlo preso, fallece en el desierto de su alma llamando a la
concordia, al final de los partidos y a la unión, como si aquello
pudiera suceder, en ese “nido de alacranes” (frase del general
venezolano Müller Rojas) que se había vuelto Colombia. Y ante otra mayor
desgracia ahora los venezolanos no dejándole descansar lo sacaron de su
tumba para armar una rumba mediática con tal hecho, mientras resaltan a
cada nada cosas que nunca dijo, o que las dijo al revés, para acomodo
de las circunstancias políticas, porque sin el reposo debido a 180 años
de su muerte Bolívar sigue sufriendo la tremenda desgracia de sus
enemigos solapados y de los ignorantes acomodaticios que lo entornan por
un vil interés.
ramonurdaneta30@hotmail.com
Fuente
Venezuela y el mundo
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