A la historia

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lunes, 16 de marzo de 2015

Mijaíl Gorbachov y los últimos dias de la URSS

Mijaíl Gorbachov  
RIA Novosti / Alexandr Poliakov
 




















Mijaíl Gorbachov, premio Nobel de la Paz 1990, es una de las figuras más destacadas y al mismo tiempo más contradictorias de la política del siglo XX. Encabezó la Unión Soviética durante casi siete años en calidad de secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (1985-1991), el sexto en la historia del Estado, y como presidente de la URSS (1990-1991), el primero y el último en la historia del país.


Como cualquier persona destacada, Gorbachov cuenta tanto con partidarios como con detractores. Los primeros lo consideran un reformador legendario que llevó libertad y democracia a un país “cerrado” y que creó los conceptos de “glásnost” (transparencia y libertad de expresión) y “perestroika” (reconstrucción, reforma). Para los segundos, es simplemente alguien que acabó con una superpotencia.


Sea como fuere, Gorbachov contribuyó a la transformación de todo el panorama político internacional. A él se le atribuye la caída del muro de Berlín y la finalización de la Guerra Fría.

CAMINO HACIA EL PODER


Mijaíl Gorbachov nació el 2 de marzo de 1931 en Privólnoye, en la región de Stávropol, en el suroeste de Rusia, en el seno de una familia campesina. A la edad de 13 años empezó a trabajar en una granja colectiva. A los 15 años se dedicó a conducir máquinas cosechadoras.


En 1950 ingresó en la facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Moscú y dos años más tarde se unió al Partido Comunista.


Contrajo matrimonio con Raísa Titarenko en 1953. Raísa, nacida en Rubtsovsk, Siberia, conoció a Mijaíl mientras estudiaba sociología en la Universidad Estatal de Moscú. Una vez se graduaron en 1955, los recién casados se trasladaron a la región natal de Mijaíl Gorbachov, donde Raísa comenzó a impartir clases de filosofía. En 1957 dio a luz a su única hija, Irina, quien a su vez más tarde dio a la pareja dos nietas, Ksenia y Anastasía.


Inicialmente carrera de Mijaíl Gorbachov estaba en la Fiscalía local pero el joven optó por la política. Tardó 15 años en convertirse en el primer secretario o, dicho de otra forma, en jefe del Partido Comunista de la región. Poco después, en 1971, entró en el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.


Como máximo funcionario del poder en la región de Stávropol, Gorbachov comenzó a aplicar métodos innovadores en la agricultura. En 1978 fue trasladado a Moscú con el fin de hacerse cargo de la supervisión del sector agrícola a nivel nacional.


Cuando Gorbachov volvió a Moscú como funcionario del Partido Comunista de la Unión Soviética, Raísa se incorporó como lectora en la Universidad Estatal de Moscú, puesto que abandonó cuando Mijaíl alcanzó el mando de la Unión Soviética en 1985.


En 1980 Gorbachov fue elegido miembro del Buró Político, máximo órgano del poder ejecutivo de la URSS. Con el apoyo de Yuri Andrópov, líder del país entre los años 1982 y 1984 Gorbachov se convirtió en uno de los políticos más visibles y activos del Buró. Junto con Andrópov, se encargó de las reformas económicas y administrativas. Alrededor del 20 % de los ministros del Gobierno fueron reemplazados durante este período, en la mayoría de los casos, por especialistas jóvenes.


Con la muerte en 1984 de Andrópov, el gobierno del país recayó entonces en manos de Konstantín Chernenko por un período de un año y veinticinco días. En 1985 Chernenko, de 74 años de edad, murió a causa de una grave enfermedad. El 11 de marzo de 1985, Mijaíl Gorbachov fue elegido secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, cargo que lo envistió como líder supremo del país.


REFORMAS


Al llegar al poder, Mijaíl Gorbachov anunció que su principal objetivo eran las reformas. Apareció un nuevo concepto: la perestroika. El término, que literalmente significa “reconstrucción”, correspondía a la estrategia de reorganizar y modernizar tanto la esfera económica como política.


En el sector económico, la perestroika suponía introducir en la URSS varios elementos de la economía de mercado: independencia comercial y autogestión financiera para manufacturas, aparición de cooperativas, antecedentes de empresas privadas y la anulación de restricciones para las operaciones con divisas. Por primera vez desde la Nueva Política Económica (NEP) de los años 20 se autoriza en el país la iniciativa privada. Surgen restaurantes, tiendas y otros negocios particulares, al mismo tiempo que comienza la reestructuración de la mayor parte de las empresas públicas (previamente el Estado socialista controlaba la economía a través de la centralización determinando la asignación de recursos y los precios, por lo que casi todas las empresas eran de propiedad estatal).


Política interior


En el sector político, la perestroika trajo consigo un segundo concepto, glásnost, es decir, transparencia y libertad de expresión. Con esta medida, Gorbachov deseaba dar más libertad al pueblo. Se liberó a presos políticos y se permitieron las manifestaciones de protesta en las calles. Fue suavizada la censura, es decir, se redujo el control del Partido Comunista sobre los medios de comunicación y la producción artística. Fue un cambio radical puesto que el régimen soviético se basaba en el control sobre las publicaciones y los discursos. La prensa independiente comenzó a aparecer en la escena informativa. Durante el mandato de Gorbachov, la URSS y los Estados Unidos realizaron varias teleconferencias. En 1988 la Unión Soviética puso fin al bloqueo de programas de estaciones de radio occidentales.


Gorbachov reformó también el poder. Introdujo elecciones libres en las que podían participar varios candidatos, al contrario de la versión soviética tradicional en la que existía solo una candidatura en la lista, donde la única opción para el elector era marcar un sí. Entre el 25 de mayo y el 9 de junio de 1989 se celebró en Moscú el primer Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS, el nuevo órgano supremo legislativo del país formado tras los primeros comicios libres en la nación.


En marzo de 1990 el Congreso de los Diputados del Pueblo aprobó enmiendas para la Constitución del Estado que cambiaron el sistema político del país. El 15 de marzo se introdujo el cargo de presidente. Anteriormente, el título de jefe de Estado recaía en el secretario general del Comité Central del Partido Comunista.


Según la Constitución, el presidente debía ser elegido a través de votación directa de los ciudadanos del país. Pero como una excepción en las primeras elecciones, participaron solo los miembros del Congreso. Mijaíl Gorbachov fue elegido presidente de la URSS.


POLÍTICA EXTERIOR


En la política internacional la doctrina principal fue la mejora de las relaciones con los países capitalistas de Occidente y el desarme nuclear.


Desarme nuclear 


En el año 1985 el Gobierno de la URSS declaró una moratoria sobre las pruebas de armas nucleares. El 15 de enero de 1986 se publicó la “Declaración del Gobierno Soviético” con el programa de desarme nuclear completo que debería finalizar para el año 2000 y que contenía además un llamado a los países del mundo para que apoyaran la moratoria y la reducción del uso de este tipo de armas.


Entre el 30 y el 31 de julio de 1991, en Moscú Mijaíl Gorbachov y su homólogo estadounidense, Ronald Reagan, firmaron el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas conocido como START-I. El acuerdo establecía limitaciones a la cantidad de vehículos y cabezas nucleares que ambos países podían poseer. El compromiso entró en vigor el 5 de diciembre de 1994, tres años después del colapso de la URSS.


El fin de la campaña soviética en Afganistán


El 12 de diciembre de 1979 la Unión Soviética tomó la decisión de introducir tropas en Afganistán. Fue una de las etapas de la Guerra Fría. El objetivo de la campaña era “fortalecer las fronteras meridionales con el fin de tener un régimen ‘amigo’ en Afganistán, lo que permitiría evitar una agresión desde el exterior”. La operación desembocó en un largo conflicto armado entre el régimen gobernante prosoviético, apoyado por las tropas de la URSS, y un ejército irregular formado por Muyahidines y una parte de la sociedad afgana que se les unió. En su lucha, los Muyahidines contaban con respaldo político y financiero de varios países, principalmente de Arabia Saudí y EE. UU.


Mijaíl Gorbachov cambió la política de la URSS en cuanto a Afganistán. En febrero de 1986 anunció la elaboración de un programa de retirada de las tropas soviéticas del país.


En mayo de 1986, apoyado por la Unión Soviética, en Afganistán llegó al poder Mohammad Najibulá. El nuevo líder del país introdujo una política de “métodos pacíficos para resolver los problemas del interior del Estado”. La estrategia recibió el nombre de “Reconciliación Nacional” y tenía como objetivo solucionar el conflicto armado a través de “negociaciones, amnistías y apertura política”.


En noviembre del mismo año, Mijaíl Gorbachov declaró: “Llevamos más de seis años en la guerra afgana. Si no cambiamos los métodos, estaremos en guerra 20 o 30 años más”. El mandatario anunció que las tropas soviéticas se retirarían del país en los dos años siguientes. Para el 15 de febrero de 1989 todas las divisiones soviéticas habían abandonado Afganistán.


Más de 15 000 efectivos soviéticos fallecieron en el país centroasiático en 10 años. La década de la campaña militar costó a la Unión Soviética unos 30 000 millones de dólares estadounidenses (según valores del año 2008) en gastos militares y hasta 50 000 millones de dólares en apoyo al Gobierno de Kabul.


La caída del Muro de Berlín


Con Gorbachov en el poder, la URSS proclamó que no habría injerencia en los asuntos internos de otros Estados, incluidos los países del Pacto de Varsovia. La decisión de la Unión Soviética de terminar con la política que mantenía con estos Estados desembocó en un cambio de poder en la mayoría de los países socialistas.


Como consecuencia, en junio de 1989, Hungría eliminó la valla en sus fronteras con su vecino occidental, Austria. El 11 de septiembre de 1989 se declaró la apertura de la frontera.


Los ciudadanos de la República Democrática Alemana comenzaron a emigrar a través de Hungría a países europeos occidentales con la esperanza de, desde allí, poder entrar en la República Federal de Alemania. Entre el 11 y el 14 de septiembre de 1989 15 000 ciudadanos de la República Democrática Alemana abandonaron el país. Las autoridades de la RDA perdieron el control sobre la situación y el Muro de Berlín perdió su significado.


El 9 de noviembre de 1989, las autoridades de la RDA declararon que sus ciudadanos podían obtener visados para visitar Berlín Occidental y la República Federal de Alemania. Centenares de miles de alemanes orientales, cansados de esperar la documentación necesaria, se dirigieron espontáneamente a la frontera. Al principio, las tropas fronterizas intentaron contener la marea humana pero terminaron por abrir la frontera. Los residentes de Berlín Occidental, por su parte, salieron para reunirse con sus vecinos que durante décadas se vieron obligados a vivir en otro país.


La política firme de Mijaíl Gorbachov fue la pieza clave que evitó el derramamiento de sangre y el factor decisivo para la caída del Muro y la reunificación de Alemania.


El 10 de septiembre de 1990, Mijaíl Gorbachov mantuvo una conversación telefónica con el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, y acordó la retirada completa de las tropas soviéticas de Alemania para fines de 1994, tema que provocaba entonces máxima disconformidad entre las partes involucradas durante décadas. El 12 de septiembre de 1990 se firmó en Moscú el convenio que recibió el nombre de “Tratado sobre la Soberanía”. En el documento, los aliados en la Segunda Guerra Mundial renunciaron a sus derechos sobre Alemania. El 3 de octubre de 1990 las dos Alemanias se reunieron oficialmente. El Muro de Berlín fue destruido casi por completo, salvo varios fragmentos que decidieron conservarse como monumentos conmemorativos.


Fin de la Guerra Fría


La aspiración de Gorbachov de reformar la economía de la URSS determinó en parte su política exterior y la estrategia de mejorar las relaciones con los Estados Unidos. Uno de los objetivos fue reducir los gastos militares que por aquel entonces suponían el 25 % del presupuesto estatal. 


El primer encuentro entre Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan, el entonces presidente de EE. UU., tuvo lugar en Ginebra, Suiza, en el otoño de 1985. En octubre de 1986, en Reikiavik, Islandia, la URSS declaró por primera vez estar dispuesta a hacer concesiones importantes a sus adversarios. Desde 1987 la tensión entre las dos superpotencias empezó a suavizarse para desaparecer casi por completo en los años siguientes. El 7 de diciembre de 1987 se firmó en Washington el histórico Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance.


El 21 de noviembre de 1990 se firmó en París la Carta para una Nueva Europa, que puso el punto de partida a una nueva era de “paz, democracia y unidad”. En 1991 fueron disueltas las estructuras militares del Pacto de Varsovia. La URSS retiró sus tropas de Polonia, Hungría y Checoslovaquia.


Algunos consideran que el 1 de julio de 1991 fue el fin oficial de la Guerra Fría, la “guerra” más larga del siglo XX, que se prolongó 45 años, cuando en Praga, Checoslovaquia, se firmó el Protocolo de Cese Completo de los Efectos del Pacto. Para otros, la última página se cerró en mayo de 1992, cuando Mijaíl Gorbachov, en calidad de expresidente, pronunció un discurso dedicado a las cuestiones de pacificación en el Westminster College en Fulton (Misuri, EE. UU.), el mismo lugar donde había empezado la Guerra Fría el 5 de marzo de 1946 con el legendario discurso “El Telón de Acero” del exprimer ministro británico Winston Churchill.


En 1989 Mijaíl Gorbachov recibió la medalla de la paz “Otto Hahn de Oro”. El 19 de mayo de 1989 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por sus esfuerzos por favorecer la cooperación internacional y eliminar las barreras que dificultan el entendimiento entre las naciones.


El 16 de octubre de 1990 Mijaíl Gorbachov fue galardonado con el premio Nobel de la Paz por promover reformas en Europa Oriental y ayudar a poner fin a la Guerra Fría. El comité noruego destacó su importante papel en los cambios positivos en la relación entre Oriente y Occidente. Mijaíl Gorbachov transfirió la dotación económica que obtuvo con el premio Nobel al presupuesto estatal. El dinero se usó en la construcción de hospitales en el país.


Poco antes, en 1987, su esposa, Raísa Gorbachova, fue proclamada “mujer del año” por la revista británica Woman’s Own, y la fundación Together for Peace la galardonó con el premio Mujer por la Paz. En 1991 recibió el premio Lady of the Year. Se veía como mensajera de la paz que apoyaba la política innovadora de su marido. Su personalidad y estilo dinámico atrajeron el interés y la atención de los observadores y medios occidentales. Destacó por sus generosas contribuciones para la atención de los niños enfermos de leucemia.


Durante muchos años patrocinó el Hospital Central Infantil de Moscú así como la Asociación Internacional de Hematólogos del Mundo para los Niños y ayudó a introducir técnicas modernas para el tratamiento de la leucemia infantil.


La primera dama dedicó mucho tiempo a la cultura. Fue una de las creadoras de la Fundación Soviética de la Cultura, que se dedicó a restaurar catedrales ortodoxas, recuperar la herencia artística y cultural rusa, financiar museos y mucho más.


EL LADO OSCURO


Junto con la perestroika, el país vivió una difícil situación económica. Cuando Gorbachov asumió el poder en 1985, la deuda externa del país era de 31 300 millones de dólares estadounidenses. A pesar de todos los esfuerzos, los recortes en gastos militares, la anulación de las restricciones para operar con divisas y la aprobación de leyes que permitían crear cooperativas, la deuda exterior seguía creciendo. Muchos expertos opinan que esto se debió al carácter caótico de las reformas y la falta de previsión.


Como resultado, la deuda exterior ascendió a 70 300 millones de dólares estadounidenses en 1991. La reserva de oro de la Unión Soviética disminuyó en 10 veces. El país empezó a sufrir graves problemas en el suministro de alimentos. Gorbachov se vio obligado a reintroducir el sistema de libretas de racionamiento. En 1991, por primera vez se registró una crisis demográfica: la mortalidad superó a la natalidad.


Mijaíl Gorbachov fue muy criticado por su política informativa relativa al desastre nuclear del reactor número 4 de la central de Chernóbyl, Ucrania, el 26 de abril de 1986. A pesar de que en la URSS se había proclamado la estrategia de perestroika y glásnost, las autoridades soviéticas se abstuvieron de avisar a la población inmediatamente sobre la escala real del desastre nuclear en la central: el primer anuncio sobre el incidente en el bloque 4 fue realizado 36 horas después de la catástrofe. Respecto a la posible amenaza radioactiva no se dijo nada. Tampoco se habló de tomar medidas preventivas. Según afirmaron posteriormente las autoridades, su objetivo al mantener el silencio fue evitar el pánico.


Esta política hizo que el número de víctimas de la catástrofe aumentara cientos de veces. Más de 7 millones de residentes de los territorios contaminados por la nube radioactiva recibieron diferentes dosis de radiación. Un equipo internacional de más de 100 científicos ha fijado el total de víctimas mortales del accidente en 4000 personas.


EL COLAPSO DE LA URSS


Una vez anunciadas las elecciones libres, un gran número de escaños en los Parlamentos de las repúblicas que formaban la Unión Soviética pasaron a los liberales y a los nacionalistas, que exigían una transición más rápida a la economía de mercado y la independencia de sus repúblicas. Entre los años 1990 y 1991 muchos Estados aplicaron medidas para tomar el control sobre sus economías locales, llegando a negarse al pago de impuestos al presupuesto de la URSS.


Para preservar la integridad del país, Gorbachov elaboró el proyecto de un nuevo tratado que debería dar vida a una nueva federación voluntaria donde las repúblicas tendrían más derechos.


En agosto de 1991, y en vísperas de la firma del nuevo tratado, un grupo de altos cargos del Gobierno de la URSS intentaron privar violentamente a Gorbachov del poder con un golpe de Estado. Consideraban que las reformas suponían demasiadas libertades y “amenazaban intereses nacionales”, lo que podía “acabar con el país”. Con el objetivo de “prevenir la desintegración” de la Unión Soviética crearon el llamado Comité Estatal de Emergencia.


El 19 de agosto, aprovechando que Gorbachov pasaba sus vacaciones en Crimea y estaba ausente de Moscú, el Comité anunció el estado de emergencia en el país y la suspensión temporal del presidente en ejercicio a causa de sus supuestos “problemas de salud”. Los organizadores del golpe de Estado tenían a su disposición varias divisiones militares. Alrededor de 4000 efectivos entraron en Moscú. En las calles de la capital aparecieron tanques y vehículos blindados de combate. Las tropas fueron mandadas también a Leningrado (actual San Petersburgo) y a otras ciudades de la URSS. Gorbachov quedó bajo arresto domiciliario en Crimea.


En esta situación fue Borís Yeltsin, el presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia desde el 10 de julio de 1991, quien consolidó la resistencia popular a los golpistas. Llamó a la población a que defendiera las libertades democráticas. Miles de personas salieron a las calles de Moscú para mostrar su rechazo a las actividades del Comité Estatal de Emergencia. El 21 de agosto la resistencia popular acabó con el golpe de Estado.


El 22 de agosto los organizadores del golpe fueron detenidos y Mijaíl Gorbachov volvió a Moscú. Sin embargo, sus planes de preservar la integridad de la URSS ya no se harían realidad. Para septiembre la mayoría de las repúblicas soviéticas habían proclamado su independencia de la Unión Soviética. El 8 de diciembre de 1991 se firmó un documento que estipulaba que la Unión Soviética dejaba de existir. El 25 de diciembre de 1991 Mijaíl Gorbachov renunció oficialmente al puesto de presidente de la URSS.


DESPUÉS DE LA POLÍTICA


En enero de 1992, en su primer mes fuera de la alta política del país, Mijaíl Gorbachov puso en marcha la Fundación Gorbachov. Desde entonces y hasta ahora es el presidente de dicha organización. La Fundación es internacional y se dedica a estudios económicos y políticos y al análisis de los problemas actuales de la historia mundial. Uno de los proyectos de la organización es el Instituto Raísa Gorbachova de Hematología y Trasplantes en San Petersburgo. El Instituto, que está en activo desde el año 2007 y que lleva el nombre de su esposa, está dedicado al tratamiento del cáncer infantil.


En 1993 Gorbachov fundó la Cruz Verde Internacional, una organización ecológica con oficinas representativas en más de 20 países en el mundo. La organización es uno de los tres mayores patrocinadores de la Carta de la Tierra, una declaración internacional de principios, propuestas y aspiraciones para una sociedad mundial sostenible, justa y pacífica en el siglo XXI, la cual fue lanzada por la ONU en el año 2000. Las principales misiones de la Cruz Verde son la prevención de los conflictos causados por la degradación medioambiental y la asistencia a las víctimas de las consecuencias medioambientales derivadas de las guerras.


La esposa de Mijaíl Gorbachov, Raísa, en la década de los años 1990 siguió con su actividad social, ayudando a los niños enfermos y patrocinando el Hospital Central Infantil de Moscú. Además, en 1997 fundó el Club Raísa Maxímovna, organización creada con el objetivo de aumentar el papel de la mujer en la sociedad rusa y prestar ayuda a los niños.


Raísa Gorbachova falleció el 20 de septiembre de 1999 a los 67 años a causa de una leucemia en una clínica de Alemania donde estaba recibiendo tratamiento. Está enterrada en el cementerio de Novodévichi de Moscú.


En 1996 Mijaíl Gorbachov intentó volver a la política y presentó su candidatura para las elecciones presidenciales de la Federación de Rusia. Recibió el 0,51 % de los sufragios o 386 069 votos. Borís Yeltsin ganó los comicios con el 53,82 % de los votos, resultado que le permitió inaugurar su segundo mandato.

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