(Iosif o Jossif Vissariónovich Dzhugashvili; Gori,
Georgia, 1879 - Moscú, 1953) Dictador soviético. Era hijo de un zapatero
pobre y alcohólico de la región caucásica de Georgia, sometida a la
Rusia de los zares. Quedó huérfano muy temprano y estudió en un
seminario eclesiástico, de donde fue expulsado por sus ideas
revolucionarias (1899). Entonces se unió a la lucha clandestina de los
socialistas rusos contra el régimen zarista. Cuando en 1903 se escindió
el Partido Socialdemócrata, siguió a la facción bolchevique que encabezaba Lenin.
Fue un militante activo y perseguido hasta el
triunfo de la Revolución bolchevique de 1917, época de la que procede su
sobrenombre de Stalin («hombre de acero»). La lealtad a Lenin y
la falta de ideas propias le permitieron ascender en la burocracia del
partido (rebautizado como Partido Comunista), hasta llegar a secretario
general en 1922.
Stalin emprendió entonces una pugna con Trotski
por la sucesión de Lenin, que, ya muy enfermo, moriría en 1924. Aunque
el líder de la Revolución había indicado su preferencia por Trotski
(pues consideraba a Stalin «demasiado cruel»), Stalin maniobró
aprovechando su control sobre la información y sobre el aparato del
Partido, aliándose con Zinoviev y Kamenev hasta imponerse a Trotski. La
lucha por el poder se disfrazó de argumentos ideológicos, defendiendo
cada bando una estrategia para consolidar el régimen comunista: la
construcción del socialismo en un solo país (Stalin) contra la revolución permanente a escala mundial (Trotski).
Para Stalin lo esencial era la ambición de
poder, pues una vez que eliminó a Trotski (al que mandó al exilio en
1929 y luego hizo asesinar en 1940), se desembarazó también del ala
«izquierda» del partido (Zinoviev y Kamenev, ejecutados en 1936) y del
ala «derecha» (Bujarin y Rikov, ejecutados en 1938) e instauró una
sangrienta dictadura personal, apropiándose de las ideas políticas que
habían sostenido sus rivales.
Stalin gobernó la Unión
Soviética de forma tiránica desde los años treinta hasta su muerte,
implantando el régimen más totalitario que haya existido jamás; pero
también hay que atribuirle a él la realización del proyecto
socioeconómico comunista en Rusia, la extensión de su modelo a otros
países vecinos y la conversión de la URSS en una gran potencia.
Radicalizando
las tendencias autoritarias presentes entre los bolcheviques desde la
Revolución, acabó de eliminar del proyecto marxista-leninista todo
rastro de ideas democráticas o emancipadoras: anuló todas las
libertades, negó el más mínimo pluralismo y aterrorizó a la población
instaurando un régimen policial. Dispuesto a eliminar no sólo a los
discrepantes o sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún
prestigio o influencia propia, lanzó sucesivas purgas contra sus compañeros comunistas, que diezmaron el partido, eliminando a la plana mayor de la Revolución.
Con
la misma violencia impuso la colectivización forzosa de la agricultura,
hizo exterminar o trasladar a pueblos enteros como castigo o para
solucionar problemas de minorías nacionales, y sometió todo el sistema
productivo a la estricta disciplina de una planificación central
obligatoria. Con inmensas pérdidas humanas consiguió, sin embargo, un
crecimiento económico espectacular, mediante los planes quinquenales: en
ellos se daba prioridad a una industrialización acelerada, basada en el
desarrollo de los sectores energéticos y la industria pesada, a costa
de sacrificar el bienestar de la población (sometida a durísimas
condiciones de trabajo y a grandes privaciones en materia de consumo).
La
represión impedía que se expresara el malestar de la población, apenas
compensada con la mejora de los servicios estatales de transporte,
sanidad y educación. A este precio consiguió Stalin convertir a la Unión
Soviética en una gran potencia, capaz de ganar la Segunda Guerra
Mundial (1939-45) y de compartir la hegemonía con los Estados Unidos en
el orden bipolar posterior.
Stalin fue un político ambicioso y realista, movido por
consideraciones de poder y no por ideales revolucionarios. Este
maquiavelismo fue más palpable en su política exterior, donde la causa
del socialismo quedó sistemáticamente postergada a los intereses
nacionales de Rusia (convirtiendo a los partidos comunistas extranjeros
en meros instrumentos de la política exterior soviética).
No tuvo reparos en firmar un pacto de no agresión con la
Alemania nazi para asegurarse la tranquilidad en sus fronteras, el
reparto de Polonia y la anexión de Estonia, Letonia y Lituania (Pacto
Germano-Soviético de 1939). A pesar de todo, Adolf Hitler
invadió la URSS, arrastrando a Stalin a la guerra en 1941. Stalin
movilizó eficazmente las energías del país apelando a sus sentimientos
nacionalistas (proclamó la Gran Guerra Patriótica): organizó la
evacuación de la industria de las regiones occidentales hacia los
Urales, adoptando una estrategia de «tierra quemada». Con ayuda del
clima, de las grandes distancias y de la lucha guerrillera de los
partisanos, debilitó a los alemanes hasta recuperarse y pasar a la
contraofensiva a partir de la batalla de Stalingrado (1942-43). Después
el avance ruso fue arrollador hasta llegar más allá de Berlín.
Reforzado por la victoria, Stalin negoció con los
aliados (Estados Unidos y Gran Bretaña) el orden internacional de la
posguerra (Conferencias de Yalta y Postdam, 1945), obteniendo el
reconocimiento de la URSS como gran potencia (con derecho de veto en la
ONU, por ejemplo). Los aliados tuvieron que aceptar la influencia
soviética en Europa central y occidental, donde Stalin estableció un
cordón de «Repúblicas populares» satélites de la URSS.
Stalin
mantuvo la inercia de la guerra, retrasando la desmovilización de su
ejército hasta el momento en que pudo disponer de armas atómicas (1953) y
fomentando la extensión del comunismo a países en los que existieran
movimientos revolucionarios autóctonos (como Grecia, Turquía, China,
Corea.). La resistencia norteamericana a sus planes dio lugar a la
«guerra fría», clima de tensión bipolar a escala mundial entre un bloque
comunista y un bloque occidental capitalista, que perduraría hasta la
desaparición de la URSS.
Fuente: Biografias y Vida
Youtube
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